La Revolución del arte en Rusia

No hay manera de que el arte escape a los acontecimientos históricos. Así como sucedió en Francia con el modernismo, ocurrió también en Rusia con la Revolución de Octubre de 1917. Investigadores en el tema aseguran que dejó su influencia en la vanguardia de creación, al punto de que en la actualidad no se puede negar su presencia en diversas expresiones.

En Rusia inició una era inédita cuando los bolcheviques lograron imponerse y sentar las bases para lo que luego fue la Unión Soviética. Fue una época marcada por radicales cambios políticos, sociales y económicos. Quisieron hacer “borrón y cuenta nueva”, pero esos mismos movimientos generados por la Revolución Rusa alcanzaron rápido la esfera cultural; y la evidencia llega hasta nuestros días.

Una de las características de ese tiempo fue la efervescencia social, la experimentación en todos los sentidos, que permitió que el arte pudiera renovarse hasta su máxima expresión, favoreció que todas las áreas de la creatividad modificaran su estética, y surgieron corrientes interesantes como el suprematismo y el constructivismo. El primero creía en el optimismo como futuro utópico, se enfocaba en las formas geométricas y rechazaba cualquier tipo de representación figurativa. Mientras, el segundo enfatizaba en el pragmatismo y lo expresaba sobre todo en la escultura y la arquitectura. Esta tendencia se reflejó tanto en los hogares comunes como en las estructuras urbanas, y en la manera de vestir. Pretendían revolucionar todo cuanto existía hasta entonces y por eso la convocatoria fue masiva y con total liberación.

Precisamente otro asunto que marcó el arte de entonces fue la diversificación de la creación. Ya no se trataba de un recurso exclusivo para las élites, cualquiera con intereses podía apropiarse de sus habilidades para expresarse. Hasta los opositores más cerrados coinciden en reconocer los esfuerzos de los líderes bolcheviques para que la cultura llegara a todos con la idea de democratizar el arte, masificarlo.

Y, al mismo tiempo, con la libertad de experimentar se fomentó el arte abstracto, teniendo en cuenta que el arte es completamente subjetivo desde su concepción hasta la interpretación; es personal, por tanto, sirve para expresar sentimientos, inquietudes, y todo tipo de cuestiones. Los estudiosos refieren que este concepto fue llevado hasta el límite.

En la Rusia del siglo XX, la innovación artística fue importante para la construcción de una nueva sociedad. Y aunque el sistema político ha variado, todavía la huella está presente. Por eso a cada rato son organizados eventos para rememorarlo, así como exposiciones, desfiles y otras iniciativas que intentan no dejar morir el legado de la Revolución de Octubre en el arte.