El II Frente Oriental, un modelo de organización guerrillera

El 11 de marzo de 1958 Raúl Castro fundó con los hombres bajo su mando el II Frente Oriental “Frank País García”. Alejado geográficamente de la Sierra Maestra, donde permanecía el principal núcleo insurgente, el nuevo bastión logró significativos avances en la lucha guerrillera.¨

La decisión de abrir ese frente se produjo tras el triunfo en el segundo combate de Pino del Agua. Por esos días, Fidel Castro, máximo jefe guerrillero, informó al entonces capitán Raúl Castro que lo designaría para marchar al mando de una columna, con el grado de comandante. La orden de ascenso, con firma del 27 de febrero, explica: “(…) se le nombra jefe de la columna 6 que operará en el territorio montañoso situado al norte de la provincia de Oriente, desde el término municipal de Mayarí al de Baracoa, quedando bajo su mando las patrullas rebeldes que operen en dicha zona”.

Sobre estos acontecimientos Raúl escribió en su Diario de Campaña: “Caminando con Fidel (…) me informó que escogiera 50 hombres armados para realizar la misión que le pedí una vez. Me volví loco de contento y empecé a trabajar preparando a la gente”. Para establecer el poder revolucionario en la zona encomendada, la tropa debía atravesar los llanos orientales hasta la Sierra del Cristal, en Holguín. En esa región, amplia y densamente poblada, había plantas procesadoras de níquel y latifundios pertenecientes a compañías estadounidenses y fábricas de azúcar, como la United Fruit Sugar Company y la Guantánamo Sugar Company.

El primero de marzo la columna salió del campamento en la Pata de la Mesa, al este del Turquino. Durante 11 días, 67 hombres recorrieron aproximadamente 200 kilómetros, con cargas de más de 20 kilogramos, y atravesaron la Carretera Central, por donde circulaban carros blindados y patrullas del ejército de la tiranía.

Como jefe del frente, Raúl tendría facultades para crear columnas y conceder grados militares, incluso el de comandante. También debía poner bajo sus órdenes  a los grupos armados creados con anterioridad por el Movimiento 26 de Julio en la región. En el territorio existían, además, bandas delincuenciales que, fingiendo ser guerrillas revolucionarias, saqueaban y violentaban a la población. Sobre los culpables se aplicó la justicia del Ejército Rebelde en juicios públicos. A los que se les demostró que cometieron asesinatos, fueron fusilados.

Durante el resto de la guerra, en el área del Frente “Frank País” se aplicaron normas como actuar con honestidad y moral, y no tomar nada de la población gratuitamente. De acuerdo con las memorias históricas de esa agrupación insurreccional, se prohibió a la tropa la ingestión de bebidas alcohólicas.

El territorio liberado llegó a tener 12 000 kilómetros cuadrados de extensión. Se colocaron controles en los principales caminos de acceso a la región liberada. Un servicio de Inteligencia estuvo encargado de interrogar a los prisioneros y detenidos, así como de elaborar mapas y planos de los objetivos militares.

También fue organizada la reparación de armas y la producción artesanal de materiales de guerra como minas y granadas, empleando bombas no detonadas de la aviación enemiga y cartuchos de dinamita. Además, se construyeron puntos fortificados para una eventual guerra de posiciones.

A pesar de la vastedad del territorio comprendido, Raúl Castro y sus hombres lograron un admirable funcionamiento, no solo militar, sino también de lo civil. Décadas después, el II Frente Oriental continúa siendo reconocido como un buen modelo de organización guerrillera.