Derecha eufórica: Colombia, aliento al desaliento

Dice un axioma baracoense con antecedentes de varios siglos que “un *golondrino* no compone verano”. Pero para la derecha colombiana y los principales medios a su servicio un error admitido por el gobierno de Gustavo Petro constituye todo un tsunami en materia política, aunque el hecho haya tenido lugar en el ámbito deportivo.

“Por ignorancia no cumplimos”, reconoció Petro, tras reunión para recuperar los Panamericanos, al dar explicaciones sobre lo que pasó con la pérdida de la sede de los Juegos del 2027, que se realizarían en Barranquilla, y el plan para intentar recuperarla.

En ese sentido, el jefe de Estado dijo que el Gobierno nacional —a diferencia de lo que alegan algunos artículos de la derecha— siempre ha estado apoyando los Juegos Panamericanos, reconoció que no tenían conocimiento de algunos procedimientos que se debían hacer para ratificar la realización de estos juegos, por lo cual, dijo que los “miedos de algunos funcionarios que tenían que ver con el traslado de los recursos a fin de año, han resultado en esta mala noticia de una decisión de un funcionario de los Juegos Panamericanos”.

Petro viajará a Chile para abogar ante Panam Sports por la recuperación de la sede de los Panamericanos, añadió que su gobierno “siempre estuvo con los Juegos y estuvo dispuesto a los giros que fueran necesarios”.

Aclaró que esperaron “avisos en materia de compromisos, que por ignorancia no cumplimos o que no se habían cumplido en el gobierno pasado”, y terminó ratificando que “hasta el año 2026, estaremos absolutamente de acuerdo con su realización y apoyando financieramente todo lo que sea necesario para su cabal cumplimiento”.

No hay que ser muy suspicaz para comprender que los medios reaccionarios estarán muy atentos sobre esta cuestión para denigrar al gobierno por si se pierde finalmente el derecho a celebrar el evento.

En ese sentido, también aprovechan cualquier tropiezo o inconsistencia en las difíciles conversaciones con los diferentes grupos guerrilleros, a fin de cumplir el Plan de Paz en que se ha empeñado el actual mandatario tras más de cinco décadas de guerra civil y el incumplimiento por los anteriores gobiernos de Santos y Duque del acuerdo de paz firmado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo en La Habana.

LO QUE SE SOSLAYA

Ni uno de los libelos escritos, radiados y televisivos de la derecha hace mención, y si acaso en forma de burla, de que Petro celebró la Navidad con 700 personas en condición de calle y de comunidades vulnerables de Bogotá; del arranque del proceso de construcción del Plan de Desarrollo Distrital 2024-27; la reactivación de las obras en la zona de urbanización de Turbaco, el avance del Plan Maestro de Drenaje Urbano de Montería, los esfuerzos para mejorar el estadio Jaime Morón en Cartagena, los nuevos golpes policiales al Clan del Golfo y el lanzamiento por la vicepresidenta Francia Márquez del programa Jóvenes por la Paz.

No vamos a tratar profundamente sobre los logros en salud y educación, que incluyen la gratuidad de los estudios universitarios, pero si es bueno destacar que dicha prensa tarifada no menciona que ya se están recuperando zonas en las que antes regían los narcotraficantes.

En este contexto, miles de hectáreas decomisadas han sido sembradas de arroz y millones de aves de corral son criadas principalmente en las zonas habitadas por las etnias afrocolombianas e indígenas.

SAE

Por supuesto que la derecha trata de desprestigiar a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) por su colaboración con la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, al tiempo que ha finiquitado la información sobre si entrega de 1 500 mercados en Ciudad Bolívar, en Bogotá.    

La SAE es una sociedad de economía mixta vinculada al Ministerio de Hacienda que administra, gestiona y distribuye los activos de cualquier índole provenientes de actividades ilícitas para darle uso productivo y la restitución a víctimas del conflicto.

Por estos días esta Sociedad, que dirige el economista Daniel Rojas, fue noticia al hacer por primera vez un uso productivo, adecuado y humanitario de comida incautada que en vez de pasar su periodo de embargo en una bodega fue destinada a repartirse a 1 500 personas en Ciudad Bolívar.

Según indicó Daniel Rojas, “la comida ya no se pudre en bodegas… no es un regalo, estamos devolviendo a la gente lo que le han arrebatado”; los mercados se distribuyeron en los barrios, Naciones Unidas, Alpes, Cordillera y TierraLinda, lugares a los que llegó la SAE.

Además, campesinos cosecharon 320 toneladas de arroz en tierras entregadas por la SAE en beneficio de las víctimas del conflicto.

A pesar de las constantes críticas de los medios privados de comunicación y sectores allegados a la ultraderecha, la Sociedad de Activos Especiales se ha destacado por hacer efectiva la entrega de miles de hectáreas para proyectos productivos de campesinos despojados y víctimas de grupos armados. 

Es así como tierras ubicadas en el departamento del Atlántico que fueron despojadas por el paramilitar Jorge 40 y la parapolítica conocida como La Gata, fueron restituidas a organizaciones campesinas, beneficiando a familias ubicadas en los municipios de Baranoa (28 familias), Malambo (67 familias), Mañambo (43 familias).

Quizá uno de los proyectos más gratificantes de las acciones de la SAE fue la entrega de un predio de 220 hectáreas que fue destinado al servicio de la educación pública en la Universidad de Caldas; de estas tierras, 150 hectáreas serán para la Ciudadela Universitaria y los 70 restantes, zona de reserva y protección ambiental, y será la ‘Sede de La Paz, Magdalena Centro’, que podrá dar albergue aproximadamente a 5 000 estudiantes.

EN FIN…

…para disminuir la pobreza en el país. este gobierno ya ha entregado cerca de 100 000 hectáreas de tierras compradas, donadas y/o recuperadas.

Así las cosas, Colombia buscará comprar 1,5 millones hectáreas de tierra para entregar a campesinos pobres desposeídos como parte de la reforma agraria en la que invertirá unos 4 254 millones de dólares para impulsar la producción de alimentos y consolidar la paz.

Esto, claro, es ignorado por una derecha que siempre ha explotado la violencia y la pobreza para enriquecerse y solo utiliza los medios a su alcance para dar aliento al desaliento.