Comenzaré por el principio del fin, en un fin de semana pródigo en marcas y rendimientos para el atletismo cubano… Quiero colocar en el plano de lo memorable la carrera de los 800 metros de las heptatlonistas Yorgelis y Adriana Rodíguez.

Lo digo por el mega valor del esfuerzo y los antecedentes antes de esas dos vueltas al óvalo épicas: Yorgelis sabedora de la marca al alcance de su mano con 5 542 puntos. Con estabilidad en la longitud (6.47 metros) y en su siempre meteórica jabalina 46.63 metros.

Adriana buscando con todo esos anhelados 6420, luego de ceder centímetros cruciales en el salto de longitud (6.42 metros), uno de sus platos fuertes. Sin embargo, contra todo pronóstico hizo el dardo de su vida (40.41 metros).

Ambas en esa penúltima prueba sufrieron molestias. La de Yorgelis sedimento después de más de dos años sin competir y un Gotzis (6 293) de estreno a lo grande pero también muy desgastantes; Adriana con una lesión algo más seria en la rodilla, al dejar la pierna detrás en la jabalina y como consecuencia tuvo incluso que ser infiltrada…

Los 40 minutos más largos de una cobertura en casa, rodillera, masajes, venda y… ¡Dos Marianas a la pista!

Adriana, de haber logrado sus mejores registros en la longitus, hubiese alcanzado la marca mínima exigida a Tokio. Video: Del autor.

Éxtasis y vergüenza deportiva

Dos caminos, un mismo horizonte. Dos rostros del éxito si se quiere. Por un lado, el éxtasis de Yorgelis Rodríguez, una MONSTRUA de la alta competición, capaz de inscribirse a Tokio con unos 6 437 bien sólidos, por toda la aureola que traía una posible marca de clasificación.

Del otro, el llando, la vergüenza deportiva en el cénit, el deseo ahogado de Adriana, su mentor Gabino Arzola, el psicólogo, la triada médica y todos los presentes, sabedores de que, a pesar de estampar registro personal de 6 313, Adriana tenía para rebasar los 6 420. De hecho, de no haberse lastimado, sus 800 hubiesen seguramente estado en el entorno de los 2:15.10 minutos requeridos para acariciar la marca; hubiera dejado el alma en la pista como lo hizo al cruzar la meta en 2:22.94, insuficientes, ahogada en dolor y llanto, corajuda como la que más.

A continuación, les mostraremos sus respectivas secuencias, para tener una real dimensión del asunto:

Yorgelis Rodríguez:

100 c/v: 13.75 segundos-1 014 ptos.

Altura: 1.80 mts-978.

Bala: 14.27 mts-812.

200 metros: 24.36 segundos-946.

Longitud: 6.47 mts-997.

Jabalina: 46.63 mts-795.

800 metros: 2:14.18 minutos-895.

Adriana Rodríguez:

100 c/v: 12.99 segundos, marca personal-1 126 ptos.

Altura: 1.80 mts-978.

Bala: 13.03 mts-729.

200 metros: 23.39 segundos, marca personal-1 040.

Longitud: 6.42 mts-981.

Jabalina: 40.41 mts, marca personal-675.

800 metros: 2:22.94-784.

Cara a cara con la locuaz Yorgelis:

El crecimiento de Yorgelis Rodríguez ha sido en todos los sentidos. Descargada la adrenalina de la competencia y apenas antes de darse hielo y luego de haber ingerido agua y unos trozos de piña accedió, con una locuacidad inusitada, a dialogar con CubaSí:

“Sinceramente no pensé nunca decir esto, pero realmente ha sido el múltiple más emocionante de mi carrera deportiva. Principalmente por todo lo que he pasado, desde esos dos años y tanto sin ser realmente lo que siempre he sido…

Estoy muy contenta, orgullosa de este paso tan grande que he dado y sabiendo que todavía puedo dar mucho más. Físicamente he pasado por tanto, sin palabras. Por eso estoy tan emocionada y no tengo palabras. Lo di todo, todo, todo y estoy contentísima. Nunca pensé que las cosas me iban a salir tan bien”.

¿Valoración de cada uno de los días y teniendo en cuenta tus potencialidades, con la presión adicional de tener que rebajar de los 2:16 minutos en los 800?

“Todavía tengo que trabajar mucho, como siempre en las vallas. Es uno de mis eventos en los cuales me falta un poco más de confianza. Le podemos sacar muchos más puntos porque en el entrenamiento sinceramente me va muy bien. Al parecer la presión del primer evento del heptatlón me pasa factura y acuso algo de pre-arranque.

El salto alto, que es mi evento más fuerte y donde tengo 1.95 metros, creo que ya podemos trabajarlo bien, porque gracias a Dios me he recuperado muy bien de la operación en la rodilla, y creo que puedo mejorar, al igual que en la jabalina, otro de mis fuertes.

De los demás eventos se trata de sacarle un poquito de puntuación a cada uno. El salto largo es uno de los que más he estado trabajando, puede aportar más igualmente”.

El componente físico: te vemos en un peso casi ideal, sin prácticamente porcentajes de grasa después de tanto tiempo… Y sin molestias, sobre todo en esas pruebas como la altura, las vallas y la jabalina, que es donde han llegado las lesiones, ¿Cómo ves ese componente y cómo has trabajado la rehabilitación?

“La parte física la hemos trabajado muy duro. Tiendo a engordar y ganar en grasa. Le he puesto mucho empeño para poder cumplir este objetivo que acabo de vencer. Por la parte de las lesiones, la fundamental que era la de la rodilla, todo ha estado muy bien.

Ahora en esta competencia me han salido algunas leves que presenté en Gotzis, pero así mismo, era tanto el deseo que lo olvidé. Sinceramente eran molestias ligeras que no impedían hacer el trabajo.

Por lo demás, todo está perfectamente. En el caso de la lastimadura en la jabalina me sentí un poco de molestias, por un dedo en el agarre y en el pie, que producto de no pisar del todo bien se me quedó atrás y lo resentí. Enseguida pensé en la lesión de rodilla del mundial del 2017, pero nada de eso me sacó de concentración, porque sabía que estaba al alcance el objetivo, y con la experiencia competitiva que he acumulado sabía lo que tenía que hacer en ese momento.

Salí a correr en una de las pruebas a las que más confianza le tengo, pues en otras ocasiones he tenido que salir a definir lugares en grandes eventos en los 800, salí a darlo todo y correr.

Un primer parcial muy rápido nos dio la medida de que todo era posible… ¿La necesidad de ese extra y la presión te hicieron correr una primera vuelta tan rápida?

“Me sentía con bastante fuerza. Cuando eso sucede, salgo a correr hasta donde me dé la capacidad. En esta primera vuelta me sentí excelente, y de haber corrido con alguien tipo liebre hubiese salido un mejor tiempo seguramente. Salí a correr con todo”.

Carreras y saltos son en el heptatlón las pruebas que más puntos conceden contra la tabla de conversión, ¿has hecho un trabajo especial para fortalecer esos eventos?

“Sí, mi objetivo siempre en las carreras ha sido estar ahí, coqueteando con las diez primeras de élite en cada competencia. No busco una marca específica ni exigirme algo que no pueda, pero siempre trato de mejorar en esos eventos, que paradójicamente no son mis fuertes, sí la jabalina, y los saltos”.

Ya se puede hablar de Tokio. ¿Cómo enfrentarás esos Juegos Olímpicos después de unos muy satisfactorios eventos en Río de Janeiro 2016, tomando en cuenta un ciclo tan accidentado?

“Mi entrenador terminando el primer día y luego de lo visto hoy, trazará la estrategia, con otros pensamientos y qambiciones para los Juegos Olímpicos. No voy a dar muchos detalles, pero pueden esperar sorpresas. Me voy a preparar al 100% y ahora mismo mi primer objetivo es recuperarme de todas las pequeñas molestias que presento, que son leves reitero.

Si estamos bien haremos un buen papel en Río”.

¿Algún mensaje para tu compañero de equipo Adriana?

“Sinceramente Adriana es una súper atleta y la mejor compañera que puedo tener. Creo que ella dio el máximo, fue algo parejo, nos apoyamos bastante y me da un poco de dolor pues nos propusimos un mismo objetivo. Creo que ella, a pesar de no lograr la marca mínima se entregó al 100. Exhortarla a que siga luchando por cumplir su sueño. Ella tiene un gran futuro, por sus condiciones puede llegar a ser mucho mejor que yo. Nada, que siga con el ánimo adelante que a sus 21 años tiene un gran porvenir por delante. Muchas felicidades por su marca personal y muchas gracias por el apoyo en la competencia y siempre”.

Podemos dar fe del nivel de seguimiento de esta prueba. ¿Algún mensaje para la afición que siguió cada prueba y corrió estos 800 metros con ustedes?

“Sinceramente estarles muy agradecida. Desde siempre nos han apoyado, en mi caso a pesar del tiempo que estuve un poco perdida. Muy orgullosa de tenerlos a todos: pueblo, entrenadores, comisión, el periodismo… y decirles que voy siempre por más, que no los defraudaré”.

La salsa restante entre tiempos y marcas

Como habíamos anunciado, el sábado viene siendo pródigo entre

Lo más notorio, en medio de esa salsa fueron los 1:56.42 minutos de Rose Mary Almanza en los 800 metros, que además de encaramarla al frente del listado anual de mejores registros, la convierten en la tercera cubana de todos los tiempos en esa prueba, por detrás de la legendaria Ana Fidelia Quirós (1:54.44), y Zulia Calatayud (1:56.09), además del 32 histórico a nivel global. Allí, Sahily Diago mantuvo su estabilidad próxima a los dos minutos y registró 2:01.08 esta vez.

También loable fue el cuarto escaño de la triplista Liadagmis Povea en su debut europeo previo a Tokio. Lia tuvo en 14,45 su mejor estirón, además de una secuencia estable sobre 14 metros, a razón de (14.06-14.21-14.37-14.45-14.05-14.20).

La fuera de serie Yulimar Rojas (15.34 metros con viento favorable de 2.2 m/s) fue la reina, con primacía para el mítin.

De vuelta a casa, el discóbolo Jorge Fernández (63.24) se mantuvo en el rango de sus registros positivos en busca de su clasificación a Tokio. Si bien aún no logró la marca mínima de 66 metros exigida en la especialidad, puede insertarse al festín por ranking, al encontrarse en el puesto 33. Entran 32, pero le anteceden discóbolos de varias naciones repetidos, como son los casos de seis estadounidenses, cuatro germanos y seis jamaicanos.

También corrió lo mejor de la campaña, aunque prácticamente sin aspiraciones de hacer el grado, el vallista corto Roger Iribarne (13.45 segundos) en los 110 c/v.

Así llegamos al final de esta hermosa cruzada atlética, que nos enervó a todos y nos ha hecho escribir con tamaña inspiración a otros.