Trinidad festeja su aniversario siguiendo el hilo del tiempo

Este domingo 14 de enero, en ocasión del aniversario 510 de la Villa de la Santísima Trinidad, se presenta el libro Siguiendo el hilo del tiempo y queda abierta la exposición fotográfica de igual nombre, que muestra la revitalización de las mejores tradiciones de bordados, tejidos, deshilados y otras maneras de trabajar los hilos y las telas, en armónica conjunción en esa ciudad espirituana.
   
La artista Yudit Vidal Faife lidera Entre hilos, alas y pinceles, y nos dijo que el compendio realizado por ella cuenta con los textos narrativos de la investigadora de la lencería trinitaria Cristina González Bécquer, quien ha resumido el trayecto artístico del proyecto desde sus inicios hasta la actualidad, y también relata la historia misma de esta tradición.

El Prólogo estuvo a cargo del intelectual Nelson Herrera Ysla.
   
Tiene ilustraciones que abarcan obras dimensionales y conjuntos escultóricos, fue publicado por Ediciones Cubanas de Artex, con una tirada de dos mil ejemplares, y será presentado al público trinitario en el Museo de Arquitectura Colonial, en el aniversario de la ciudad.

El objetivo del proyecto que agrupa a 17 creadoras es legitimar las artes artes del hilo y de la aguja

   
Mantener viva esta tradición ancestral, que estuvo un tanto anónima, resulta sumamente gratificante para los pobladores de la tercera villa fundada por el conquistador español Diego Velázquez, un lugar que ha devenido en importante destino turístico y en el cual el trabajo artesanal constituye, además de atractivo para los visitantes, fuente económica para numerosas  familias.
   
Vidal Faife destacó que Trinidad cumple 510 años y junto a este onomástico el proyecto que ella dirige arriba a su décimo aniversario, pues fue precisamente en la celebración de los cinco siglos de la localidad espirituana cuando nació tal iniciativa, a partir de un tambor gigante que hizo y nombró Bordando tu paisaje.
   
Añadió que surgió con el objetivo de legitimar las artes del hilo y de la aguja a través de las artes plásticas, mediante piezas que diseña para cada una de las 17 artesanas artistas de diferentes edades que integran el grupo. Valora como una bendición tener la oportunidad de agrupar a varias creadoras para juntas trabajar en favor de convertir cada pieza en ejemplo de identidad cultural, que imbrica en sí misma un legado ancestral.

Estas obras integran la labor del Proyecto Entre hilos, alas y pinceles
   
La destacada artista  pinta sobre la obra textil de esas artesanas, movida por la fortaleza identitaria de los bordados centenarios, cuyas habilidades se conservan como una huella de la vida espiritual de varias generaciones de trinitarios.
   
Y esto se evidencia en que toda esta artesanía del bordado y la tradición  del hilo y de la aguja tienen 500 años de historia, y plasmarla en una obra contemporánea le da otro sentido estético y abre nuevos horizontes en diversos predios para esas mujeres que solo estaban en el área de feria artesanal, propiamente dicha, y ahora  son reconocidas también en otros espacios artísticos, precisó Vidal Faife.
   
Estamos dejando para la posteridad,  destacó, un legado y  las nuevas generaciones verán  esos puntos en un tapete, en un vestido, en una escultura, en una pieza  para exponer en un museo, en una intervención pública, en otros elementos que hoy por hoy ensalzan esa antigua tradición.
   
La Villa de la Santísima Trinidad recibió los títulos de Ciudad Artesanal del Mundo y Ciudad Creativa, y en esas designaciones tuvieron mucho que ver las tradiciones allí presentes, en lo que ha incidido la labor del  proyecto de referencia.
   
También la colonial urbe fue declarada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1988, junto al Valle de los Ingenios -emporio azucarero hasta la primera mitad del siglo XIX- y la emblemática torre Manaca Iznaga.