Operativo en Panamá traslada a migrantes deportados desde EE.UU.
especiales

Un primer operativo trasladó hoy hacia Darién (este) a 170 migrantes irregulares deportados desde Estados Unidos y que decidieron retornar a sus países de origen.
Unos 299 indocumentados llegados al istmo fueron alojados en el Hotel Decápolis, en la céntrica Avenida Balboa, lo que destapó la preocupación de la población capitalina, constató Prensa Latina.
Muy cerca de esta madrugada, los viajeros ilegales que decidieron regresar a sus países fueron transportados en autobuses hacia la localidad de Metetí, en la selva fronteriza con Colombia, para desde allí realizar los vuelos chárter financiados por la Organización Internacional de las Migraciones y la Asociación de Naciones Unidas para Refugiados.
Estos organismos están conversando con los restantes 128 en un esfuerzo por buscarles destino en terceros países que los quieran recibir, se conoció.
En sus habituales conferencias de prensa, el propio presidente de la República, José Raúl Mulino, quien está bajo tensión por las amenazas de su par estadounidense Donald Trump de retomar el control del Canal de Panamá, anunció la llegada hace una semana del primer grupo de 199 migrantes, una cooperación que se realiza a solicitud de Washington, según explicó.
Luego de la visita del secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, el jefe de Estado reveló que Panamá estaba analizando establecer unas instalaciones para alojar a los migrantes en la zona de Nicanor, Metetí, donde ya está acondicionada una pista de aterrizaje, destinada antes para fines de emergencia climática.
La víspera, el ministro de Seguridad, Frank Ábrego, reveló que un grupo de 171 deportados por las autoridades migratorias estadounidenses ya había aceptado retornar a su país de origen.
Abrego aclaró antes que Panamá en ningún momento le ha ofrecido asilo a esos extranjeros, aunque señaló que ellos están en su derecho de solicitarlo a través de una oficina nacional para atención a los refugiados.
Además de Panamá, Guatemala y Costa Rica han aceptado recibir estos deportados, que en su mayoría proceden de Asia e India.
En tanto, la Defensoría del Pueblo luego de visitar y entrevistar en su hotel al grupo de deportados recomendó al Servicio Nacional de Migración emitir una resolución que determine el estatus de esas personas en el territorio panameño mientras se gestionan los procedimientos de repatriación o reasentamiento.
Medios de comunicación, como el diario La Prensa, convocaron al Ejecutivo a que se respete la Constitución Política, que en su articulo 20 dice que “Los panameños y los extranjeros son iguales ante la Ley”.
El rotativo señala que los casi 300 ciudadanos de diversos países han sido privados de su libertad y se encuentran bajo control total de las autoridades panameñas que no les han garantizado el derecho a un debido proceso migratorio ni respetado las garantías establecidas en los tratados de derechos humanos.
Abrego rechazó que los extranjeros estén en condición de detención y dijo que más bien se encuentran bajo protección del país. Sin embargo, los migrantes deportados no pueden salir de sus cuartos, que están situados cerca de un centro comercial y permanecen custodiados por la policía.
Algunos se asomaron la víspera por las ventanas desde habitaciones de pisos altos, cruzaban los brazos y mostraron carteles con mensajes en inglés, como “Help” (ayuda) , «We are not save in our country» (No estamos a salvo en nuestro país) y «Por favor, ayúdennos”.
El gobierno panameño se prestó ahora a servir como país de tránsito para los deportados, mientras Estados Unidos corre con todos los costos de la operación.
Añadir nuevo comentario