El representante especial del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Sudán, Volker Perthes, instó a las fuerzas armadas de ese país africano a restaurar el orden constitucional y liberar a los líderes del Gobierno detenidos o puestos en arresto domiciliario luego del golpe de Estado perpetrado este lunes.

En un comunicado, el representante de la ONU calificó de inaceptable la detención del primer ministro, Abdalá Hamdok, funcionarios del Gobierno y otros políticos. Además, llamó a garantizar su seguridad y a retomar el diálogo.

Estas exigencias fueron suscritas por la Unión Africana (UA), que en un comunicado publicado en Twitter también llamó a los militares golpistas a que respeten los derechos humanos.

Tras la toma del poder por las fuerzas armadas, el jefe del Consejo Soberano de Transición que gobierna Sudán, Abdelfatah al Burhan, anunció que el Gobierno quedaba disuelto y declaró el estado de emergencia.

A través de su perfil en Facebook, el Ministerio de la Información y las Comunicaciones informó que los militares cortaron el servicio de Internet y telefonía móvil.

Además, cerraron los accesos a la ciudad y el aeropuerto de la capital, Jartum, y controlan la sede de la radio y televisión en la ciudad de Omdurman, segunda en importancia en el país y situada frente a la capital, del otro lado del río Nilo.

Mientras tanto, medios de prensa dan cuenta de que decenas de miles de civiles se congregaron en varios puntos de la capital y rechazaron el golpe de Estado.

La Asociación de Profesionales de Sudán llamó a los ciudadanos a protestar y a defender su revolución.

Según el Comité de Médicos de Sudán, al menos 12 personas han resultado heridas durante enfrentamientos frente a la sede del Estado Mayor del Ejército.

Sudán es gobernado por un Consejo Soberano de Transición, conformado por militares y civiles. Este ente se constituyó tras la destitución del expresidente Omar al Bashir en abril de 2019.

Se prevé que el Consejo guíe al país durante un período de transición de 39 meses, luego del cual se convocaría a elecciones generales. Sin embargo, entre sus integrantes se avivaron las tensiones debido a un fallido golpe de Estado el pasado 21 de septiembre, incidente que condujo al arresto de unos 40 oficiales.

La intentona fue condenada por el primer ministro Hamdok, quien responsabilizó a uniformados leales a Al Bashir y aseguró que es necesario reformar los órganos militares y de seguridad.