Ñiko en Bellas Artes: un grito en la pared
especiales
Fotos: Yuris Nórido
Títulos, muchos títulos de películas. Algunos clásicos. Algunas más o menos olvidadas. Dramas, comedias, documentales. Películas de una época donde la gente se reunía para ver el cine en la sala oscura. Películas de una época en que cada película tenía su cartel "hecho en Cuba".
El Museo Nacional de Bellas Artes exhibe desde este viernes 17 de junio en la Sala Transitoria del Tercer Piso del Edificio de Arte Cubano la exposición Ñiko. Imaginación del cartel, que forma parte del programa de la III Bienal de Diseño de La Habana.
Con la curaduría del diseñador gráfico Pepe Menéndez, Premio Nacional de Diseño 2021, la muestra reúne 74 obras realizadas por Antonio Pérez González, Ñiko (La Habana, 1941) entre 1967 y 1988, y 20 reproducciones digitales de su quehacer en México, donde reside desde 1992.
Se incluyen carteles de mensaje político, pero sobre todo cinematográficos, provenientes de los fondos de la Biblioteca Nacional José Martí, la Cinemateca de Cuba, el Instituto de Historia de Cuba y colecciones privadas.
Los seguidores de la extraordinaria tradición de la cartelística cubana del siglo XX no deberían perderse esta exposición.
Ñiko es reconocido como uno de los diseñadores más destacados y prolíficos de la generación que consolidó ese movimiento, a partir de la década del sesenta.
Una nota del Museo recuerda que los carteles de cine que diseñó para el Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográficos (ICAIC) forman parte de un legado que, visto como conjunto de varios autores, fue nombrado «Memoria del Mundo» por la Oficina Cubana y por la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe en los años 2017 y 2018.
Y la nota añade: El Museo Nacional de Bellas Artes propone un nuevo encuentro con el cartel, ese arte utilitario de altos quilates en Cuba. El poético universo visual de Antonio Pérez González (Ñiko) nos revela a uno de los grandes maestros de diseño gráfico cubano de todos los tiempos.
Ciertamente, como expresara la diseñadora Gisela Herrera García, jefa de la Oficina Nacional de Diseño (quien fuera alumna de Ñiko), el cartel tendría que seguir siendo un grito en la pared. Y estas obras no dejan a nadie impasible.
Por su edad y su condición de salud, Ñiko no pudo viajar desde México. Pero envió un mensaje que fue leído por Pepe Menéndez en la apertura de la muestra:
"Un saludo sincero desde el otro lado del corazón. Recordar es enfrentar una aventura inesperada. Hace años, algunos, viví en La Habana. Una ciudad llena de emociones y sorpresas. Podía caminar en busca del arte o de lo cotidiano. Llegar a espacios únicos por su contenido.
Tuve la suerte de hacerme gráfico. Y con los años surgieron muchos trabajos. Entre estos, más de unas nueve centenas. Carteles, como les conocemos y admiramos.
"De ellos, unos han sido escogidos para convertirlos en “Memoria del Mundo”. Hoy se muestran unos cuantos, en una exposición en el espacio que siempre admiré. Ese fue y seguirá cada segundo, siendo parte de mi corazón: el Museo Nacional de Bellas Artes de Cuba. Y ahí, me convertí en un tanto de su legado.
"Para lograr esto, amigos queridos me recuerdan y abrazan".
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