El presidente de EE.UU., Joe Biden, reaccionó ayer viernes a las declaraciones de su homólogo ruso, Vladímir Putin, sobre las consecuencias del posible levantamiento de las restricciones al uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania contra territorio ruso.

"No pienso mucho en Vladímir Putin", afirmó Biden al ser preguntado por un periodista durante una reunión con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer.

Por el momento, la decisión de permitir a Kiev atacar con armas de largo alcance contra las profundidades del territorio ruso no se ha tomado. Starmer señaló, citado por medios locales, que él y Biden discutirían el plan en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, pasada la próxima semana "con un grupo más amplio de personas".

Putin advirtió el día anterior que "si se toma esta decisión, significará, nada menos, la implicación directa de los países de la OTAN" en el conflicto ucraniano.

El presidente ruso explicó que el Ejército ucraniano "es incapaz de realizar ataques con modernos sistemas de precisión de largo alcance de fabricación occidental por sí solo" y los ataques son posibles únicamente mediante el uso de datos de inteligencia de los satélites de la OTAN, de los que Kiev no dispone. Además, "estos sistemas de misiles solo pueden ser operados por personal militar de la OTAN", agregó.

Mientras, The Times informó, citando a dos fuentes familiarizadas con el asunto, que Washington podría permitir a Kiev que utilice misiles británicos y franceses de largo alcance para atacar en profundidad a Rusia, pero no misiles estadounidenses, "con la esperanza de evitar una mayor escalada del conflicto".