LA FOTO: Más vendedores, menos clientes

La famosa relación entre oferta y demanda, base del edificio comercial, se tambalea en tiempos de la pandemia en buena parte del mundo, sobre todo para los mercados informales.

Muchos vendedores ambulantes de Nueva York, por ejemplo, no la están pasando bien. No pocos emigrantes se dedican a esta actividad, con la intención de abrirse camino en un panorama cada vez más desafiante.

Son cientos, miles... pero muy pocos tienen licencia, pues la política de la ciudad es limitar este tipo de comercio. Los vendedores ilegales se arriesgan a altísimas multas; pero con todo, salen todos los días a buscarse el pan.

Siempre ha sido difícil, pero ahora lo es más. En tiempos de COVID-19, en las calles hay más vendedores que clientes. «Antes de la pandemia el negocio era mejor» —le dijo a The New York Times una mujer que se dedica al negocio hace años. Han llegado muchos (la mayoría emigrantes indocumentados) a repartirse las migas del pastel. Más comensales que cubiertos. El signo de la crisis.