Cuba llora a Eduardo Sosa, escribió el presidente Miguel Diaz-Canel
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Cuba llora a Eduardo Sosa, escribió hoy el presidente Miguel Díaz-Canel, tras el deceso esta madrugada del popular y destacado trovador en la oriental ciudad de Guantánamo, víctima de un accidente cerebrovascular hemorrágico sufrido 3 de febrero.
«Se nos ha ido el orgulloso hijo de Tumba Siete, el entusiasta organizador del festival Pepe Sánchez, el que nos trajo de vuelta a Sindo, Corona, Ñico Saquito y ganó con su obra un lugar junto a ellos en el panteón de los grandes. Que no muera su voz», publicó el mandatario cubano en su cuenta de la red social X.
También el Ministerio de Cultura de Cuba ofreció sus condolencias a familiares, amigos y admiradores del querido artista cubano fallecido a los 52 años de edad.
Nacido en el municipio de Mayarí, en Santiago de Cuba, Sosa se integró desde los 12 años al movimiento de artistas aficionados y obtuvo numerosos premios, especialmente durante su paso por la Federación Estudiantil Universitaria, en el Instituto Superior Pedagógico Frank País García de Santiago de Cuba, donde se graduó de Licenciado en Educación Musical.
Comenzó su carrera profesional en 1997, con el dúo Postrova, que de inmediato suscitó la atención de la crítica y el público por su originalidad y calidad artística. En esa etapa grabó dos discos para Caribean Production y EMI Odeón España y participó en el largometraje cubano de ficción Las profecías de Amanda, dirigido por Pastor Vega.
En 2003 empredió su carrera en solitario. Grabó otros cuatro álbumes y, en 2017, ganó el Premio Cubadisco en la categoría de Trova, con la producción Como si fueran mías, de la casa discográfica Colibrí.
Se dió a conocer en todo el país por éxitos de su autoría como: «Mañanitas de montaña», «Retoño del monte», «El son de Contramaestre» y «A mí me gusta, compay», entre otros, así como por su musicalización de los versos sencillos de José Martí y sus fabulosas versiones de temas emblemáticos de la cancionística cubana, entre las que destaca «La Bayamesa», de Carlos Manuel de Céspedes, José Fornaris y Francisco Castillo.
En paralelo con su prolífica obra como compositor e intérprete, desarrolló una ardua labor como gestor cultural. Presidió por más de diez años el Comité Organizador del Festival de la Trova Pepe Sánchez, de Santiago de Cuba, en cuya organización trabajaba al momento de contraer la enfermedad.
Durante su exitosa carrera representó a Cuba en múltiples eventos internacionales, de carácter cultural y político, en los que brilló por su calidad artística y patentizó su compromiso con la Revolución y su solidaridad con las causas más nobles de otros pueblos.
Compartió escenario con grandes figuras de la música iberoamericana como Ana Belén, José Luis Cortés, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Frank Fernández, Beatríz Márquez, Vicente Feliú, Pancho Amat, José María Vitier y Raúl Torres, entre muchos otros.
Condujo, junto a la cantautora Marta Campos, el programa televisivo Entre manos, dedicado a la promoción de la canción trovadoresca.
A lo largo de su trayectoria artística, recibió múltiples reconocimientos, tales como: la Distinción por la Cultura Nacional, las medallas Raúl Gómez García, Abel Santamaría y Alejo Carpentier y la réplica del machete del Generalísimo Máximo Gómez.
En 2023, fue electo diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en su Décima Legislatura, por el municipio 10 de Octubre. En el recién celebrado décimo congreso de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, fue elegido vicepresidente de esta organización.
La calidad de su obra como compositor, sus excepcionales dotes como intérprete, su raigal cubanía y su firme compromiso con la Revolución, le valieron el gran prestigio y liderazgo que alcanzó entre los músicos cubanos y le hicieron merecedor de la admiración y el cariño de su pueblo.
Según se informó, por decisión familiar su cadáver será cremado y se le rendirá homenaje póstumo en el cine de su natal Mayarí y, posteriormente, en la Casa de la Trova de Santiago de Cuba. Sus cenizas serán depositadas en el cementerio de Santa Ifigenia, de esa ciudad.
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