Homenaje de la ciudad de Santiago de Cuba a la bandera por el 505 aniversario de la otrora villa

Por el 505 aniversario de la fundación de la villa de Santiago de Cuba y en vísperas del aniversario 67 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, se rindió homenaje hoy a la Bandera Cubana, con el izaje de la Enseña Nacional en los 21 mástiles de alto porte de la ciudad.

   El acto central ocurrió en la céntrica Plaza de Marte, con una representación del pueblo santiaguero y en presencia de los miembros del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), Lázaro Expósito Canto, primer secretario del Partido en la provincia, y Beatriz Jhonson Urrutia, gobernadora de Santiago de Cuba, y otros dirigentes del PCC, Poder Popular y organizaciones políticas y de masas.

   Fabien Ruiz, secretario del Distrito 4 de la Unión de Jóvenes Comunistas, expresó a los presentes que la juventud demuestra una vez más que es continuidad, inspirados en el fervor de los héroes de la patria Céspedes, Agramonte, Los Maceo, José Martí, Mella y el intrépido santiaguero Frank País.

   Refirió que la bandera de la estrella solitaria simboliza los pensamientos más puros de la Revolución: libertad, igualdad y fraternidad.

   Hoy los pinos nuevos, señaló, escribimos páginas para la historia Patria, conscientes que para nosotros este acto constituye un privilegio, y hoy la izamos con la misma devoción de los hombres y mujeres que abonaron con su sangre el suelo cubano para lograr la definitiva independencia que defendemos.

   Al decir de Eusebio Leal, este símbolo representa lo más puro, alto y elevado, los sentimientos de una colectividad humana, porque la patria no admite olvido, concluyó.

   Dagoberto Gainza, quien encarna la caracterización de Santiago Apóstol, comentó a la ACN la importancia de defender las tradiciones santiagueras como los carnavales, el teatro de relaciones, y expresar desde las artes el orgullo de ser de esta tierra.

   Simultáneamente, en instituciones, plazas y parques de la ciudad se replicó este solemne homenaje que ya se convierte en una tradición local y le agrega un calificativo a Santiago de Cuba como la ciudad de las banderas.