Los retos de Coventry

La zimbabuense Kirsty Coventry se acaba de convertir en la primera mujer en encabezar el Comité Olímpico Internacional (COI), y también en la primera representante de África en conseguir el alto cargo.

Coventry se impuso este jueves de manera un tanto sorpresiva a otros seis candidatos, entre ellos el español Juan Antonio Samaranch y el británico Sebastian Coe, quienes aparentemente le llevaban ventaja en la preferencia de los votantes, pero en definitiva la chica de apenas 41 años logró una mayoría absoluta en la primera ronda de votación, al obtener 49 de los 97 votos emitidos.

Sin embargo, para la ministra zimbabwense de Deportes desde 2018 no será una tarea fácil, pues durante su mandato tendrá que lidiar con varias cuestiones espinosas, sobre todo dos de ellas: la participación de Rusia en la venidera justa bajo los cinco aros como delegación, y la nueva realidad del boxeo.

"Creo que el mundo olímpico y deportivo tiene ahora una oportunidad única para mostrar cómo debe ser la humanidad, cómo podemos respetar las diferencias de los demás", dijo en una de sus primeras declaraciones tras asumir la responsabilidad.

Hasta el traspaso de poderes, previsto el venidero 23 de junio, todavía se tomarán las decisiones de manera consensuada con el todavía presidente del COI, el alemán Thomas Bach (mentor de la exnadadora), pero ya ambos acordaron que en caso de discrepancia prevalecerá la opinión de la presidenta electa.

El tema ruso es bien peliagudo, y ya varias Federaciones Internacionales levantaron sus vetos para permitir la participación de atletas de ese país, aunque todavía con algunas restricciones, entre ellas no portar la bandera nacional.

Encauzar el regreso de una de las principales potencias deportivas del planeta debe estar entre los planes de la siete veces medallista olímpica, si tal como anunció pondrá al ser humano (en este caso al deportista), por delante de cuestiones políticas.

En cuanto al pugilismo, el COI acaba de respaldar a un organismo que todavía no organizó ningún evento oficial y tendrá el reto de garantizar todo entre las 12 cuerdas en los Juegos de Los Ángeles 2028.

Con Rusia también como trasfondo, porque el titular de la Asociación Internacional de Boxeo (IBA) y sus principales patrocinadores son rusos, la monarca estival de 200 metros estilo espalda en Atenas 2004 y Beijing 2008 debe esforzarse por evitar un cisma en este milenario deporte.

Los Juegos Olímpicos de Invierno en Milán-Cortina 2026 serán su primer evento oficial, pero ya se le ve con la mira puesta en 2028, pues el regreso de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y su política en temas migratorios crea dudas por las prohibiciones que el mandatario ha impulsado tras su regreso a la Casa Blanca, en detrimento de atletas participantes, naciones y asistentes al evento.

Tendrá que echar mano a su experiencia como dirigente tras su paso por la Comisión de Deportistas y la Comisión Ejecutiva del COI, porque como se ve no llega en un escenario idílico.