Fotorreportaje: ¡Que se haga realidad!

¿Quién no ha escuchado la frase, Cuba es un eterno verano?

Y no es por gusto, cada año el calor es peor que el anterior y las temperaturas alcanzan cifras récords.

Sin embargo, la vida sigue su curso y bajo ese intenso calor y un sol que raja las piedras hay gente que trabaja. Tal es el caso de un grupo de obreros con los que me encontré en plena faena arreglando una de nuestras calles.

Con un asfalto que hervía y casi a 40 grados, me pregunté: ¿cómo lo logran, cómo lo soportan sin desfallecer? No los veía quejarse, más bien jaraneaban entre ellos. Quizás lo hacían para mantener la cordura ante la agotadora tarea.

Simples obreros, gente de pueblo, que intentan -en medio de la escasez de materiales-  remendar nuestras vías y con ello disminuir los accidentes por esta causa y alargar la vida útil y estado técnico de los vehículos.

Salí de trabajar y ya el astro rey había dado paso a su compañera la luna, y ahí estaban aun, al pie del cañón, para no dejar perder el caro asfalto.

Me dije, Camarero, esto merece ser inmortalizarlo con el lente,  y así lo hice,  sin ellos percibirlo.

¿Cuándo este trabajo llegará a todas nuestras calles? Nadie lo sabe. Ojalá que un día despertemos y el bloqueo sea solo un mal recuerdo y podamos salvar nuestras principales vías, las notorias, y también las humildes calles de cada barrio.