Escuchar el SOS de la Amazonía

La Amazonía, ese espacio de Latinoamérica donde se genera el 20% del agua dulce del planeta y el 6% del oxígeno, corre cada vez más peligro y, por suerte, no todos dan la espalda a su grave situación, que pone en riesgo la estabilidad de la vida en nuestro mundo.

 Tanta es su importancia, que concentra el bosque tropical más grande del mundo y es hogar de al menos el 10% de la biodiversidad conocida, con un área de más de 782 mil 800 kilómetros cuadrados que abarca desde las estribaciones orientales de la cordillera de los Andes hasta los límites con Ecuador, Colombia, Brasil y Bolivia.
 

Los ríos de la región representan entre el 15% y 16% de la descarga fluvial total a los océanos del mundo. Foto: tomada de clacso.org

El Amazonas desempeña papel clave en la regulación climática de Sudamérica, influyendo incluso en el régimen de precipitaciones de la región.

Habitan en ese espacio unas 40 mil especies de plantas y animales; 2 mil 500 variedades de peces. Tan solo entre 1999 y el 2009, fueron identificadas mil 200 especies nuevas de plantas y vertebrados, lo que hace suponer la insospechada riqueza que allí palpita.

Su espléndida biodiversidad incluye el 18 % de las especies de plantas vasculares, el 14 % de las aves, el 9 % de los mamíferos, el 8 % de los anfibios y el 18 % de los peces que viven en los trópicos.

Y la riqueza de ese espacio terráqueo comprende asimismo el patrimonio cultural milenario amasado por los pueblos amazónicos que allí han desarrollado estilos de vida integrados al latir de esa geografía única.

Foto: tomada de nodal.am

De acuerdo con Gregorio Díaz Mirabal y Zack Romo Paredes Holguer, de la coordinación  de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica (COICA), allí habitan hoy más de 500 grupos de pueblos indígenas, incluyendo 66 grupos en aislamiento voluntario.

Los primeros asentamientos indígenas en la Amazonía datan de hace más de 10 mil años.

Pintura rupestre de hace 12 mil años, encontrada en La Serranía de la Lindosa, de la Amazonía colombiana. Foto: tomada de cambio16.com

Actualmente, el 27 % de la Amazonía corresponde a territorios indígenas, en los cuales se detectan, obviamente, las menores tasas de deforestación.

Un chamán en la Amazonía, donde menos del 1% de las especies de plantas han sido estudiadas para conocer su potencial medicinal. Foto: tomada de komikame.wordpress.com

Pero, a pesar de sus inmensas bondades y potencialidades, esa biomasa es víctima desde hace mucho de desmanes humanos que cada vez atentan en mayor medida contra su integridad y equilibrio.

Dolores de la Amazonía

El más reciente informe Planeta Vivo 2022 reporta que en la actualidad el 17% de la cuenca del Amazonas ha sido deforestada y otro 17 % del bioma se ha sido degradado. Ello supone una seria amenaza no solo para dicha región sino para el sistema climático global  ya que allí se almacenan entre 150 y 200 000 millones de toneladas de carbono.

Estudiosos han establecido que el punto de no retorno está en el umbral de entre 20 y 25 % de deforestación y degradación forestal combinadas, y hoy el 26 % de la Amazonía se encuentra en estado de perturbación avanzada.
 

Los incendios forestales se anotan entre las principales causas de la deforestación. Foto: Reuters

Tan solo durante el mandato de quien fuera presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, el Instituto Socioambiental de ese país denunció el mayor retroceso ambiental del siglo, con un aumento del 94% en la deforestación de la región amazónica, comparado con años anteriores a su gestión.

Además de la deforestación –a la cual tributan en buena medida los incendios forestales-, la Amazonía enfrenta otros grandes retos asociados a la minería, la infraestructura, el comercio ilegal y el cambio climático. 
Son amenazas que reducen la superficie forestal, afectan la biodiversidad, liberan gases de efecto invernadero y alteran los ciclos hidrológicos.

Escuchar y actuar ante el llamado de auxilio

En coherencia con la situación que hoy marca con mal signo a esa importante geografía suramericana, entre el 6 y el 8 de este julio tuvo lugar lo que dio en llamarse el encuentro Camino a la Cumbre Amazónica.

Fue una reunión técnica que contó con la asistencia de más de 600 expertos y ministros de medio ambiente de Colombia, Brasil, Bolivia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela, ello de cara a la importante Cumbre de la Amazonía, que acontecerá  en Belém, Brasil, el próximo agosto.

En este encuentro preparatorio los representantes de los países que conforman  el Bioma Amazónico lanzaron un “llamado de urgencia” con miras a estrategias comunes que posibiliten  proteger esta reserva natural.

La explotación ilícita de minerales en la Amazonía representa un riesgo para su población indígena. Foto: Armada Nacional de Colombia.
 

“Hacemos un llamado a la acción para revertir el punto de no retorno en la Amazonía y construir de la mano de los diversos actores, estrategias para salvar la selva, en el Camino a la Cumbre Amazónica”, subrayaron.

Fue en la ciudad de Letizia, en el Amazonas colombiano, donde tuvo lugar esta reunión técnico-científica, que durante su última jornada contó con la presencia de los presidentes de Brasil, Luiz Inázio Lula da Silva; y de Colombia, Gustavo Petro, quienes se pronunciaron por preservar la biodiversidad y por cambiar los patrones de consumo.

La reunión Camino a la Cumbre amazónica. Foto: tomada de infobae.com

Lula, entre otros temas, insistió en fortalecer la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), a la que consideró una herramienta para proyectarse a la atención del cambio climático, en tanto Petro abogó por la descarbonización para preservar la Amazonía.

Aseguró que sobre los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón) solo se puede construir la extinción de la vida y reiteró su propuesta de canjear la deuda por acción climática.

El mes que viene

La ciudad brasileña de Belém do Pará será la sede, los días 8 y 9 del venidero agosto, de la Cumbre Amazónica de Presidentes, que se propone retomar lo planteado en el Tratado de Cooperación Amazónica de 1978 
 
 

La Cumbre Amazónica fue propuesta por el presidente Lula, en la COP del Clima en Egipto, “para que Brasil, Bolivia, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela puedan, por primera vez, discutir de forma soberana la promoción del desarrollo integrado de la región, con inclusión social y responsabilidad climática”.

Tres cumbres anteriores le anteceden: las de 1989, 1992 y 2009, pero esta de agosto, discurrirá en un contexto bien específico. Así lo recordaba el  ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, en el seminario “Desarrollo Sostenible en Amazonia”, durante mayo último cuando precisó que ahora se trataba de nuevas demandas, nuevas expectativas y nuevos actores a tener en cuenta,  incluyendo a  los pueblos indígenas - ya con sus respectivos ministerios -,  y las comunidades tradicionales. 

El Ministerio del Poder Popular para los Pueblos Indígenas fue creado en Venezuela por Chávez en enero de 2007.Foto: tomada de Facebook.

Esa decisiva Cumbre de agosto servirá también para retomar el diálogo regional amazónico de alto nivel, así como para elevar el perfil de la cooperación regional, fortalecer la OTCA y otros mecanismos de cooperación, además de otros propósitos.

Fomentar  una conciencia y un actuar que tributen en beneficio de la Amazonía y de la Madre Tierra en su conjunto es la meta, porque todos, en las más disímiles latitudes, somos sus hijos, aunque muchos lo olvidan.

“De América soy hijo y ella me debo” sentenciaba Martí en otro contexto, pero igual resulta válida su afirmación para los cubanos también en este tema y por eso, desde el chillido de un guacamayo escarlata hasta el callado sufrimiento del indígena, deberíamos sentirlos como nuestros y estremecernos ante sus dolores.

El guacamayo escarlata, Ara macao, entre las aves más hermosas del planeta y de las más comunes en el Amazonas. Foto: tomada de expertoanimal.com