El parque inconcluso
especiales
Foto: CubaSí
Desde que comenzaron los trabajos constructivos en junio de este año no pocos vecinos y transeúntes se preguntaron el motivo para levantar aquellas aceras, que no estaban ni siquiera regulares.
Hasta en redes sociales hicieron saber, en el mejor de los casos, su perplejidad.
Inicio de los trabajos en el parque Acapulco. Foto: tomada del Facebook de Abel Tablada
Sobre todo, el cuestionamiento venía porque muchos otros parques, aceras y espacios peatonales en general estaban muchísimo peor; en particular las aceras colindantes al propio parque, y, además, la coyuntura que vivía, y vive, el país no ameritaba tales gastos, que no eran de urgencia, en contraste con otras situaciones que sí lo eran.
El arquitecto y profesor Abel Tablada de la Torre, vecino de la localidad, comentaba en su perfil de Facebook bajo el título Recursos y prioridades: «Tenemos muy pocos recursos y tenemos muy pocas fuentes de financiamiento, y a pesar de que se dice que el dinero manda, no se puede perder el sentido común, el respeto a los ciudadanos que llevamos años reclamando el arreglo de las aceras y la soberanía misma que nos da la potestad de aprovechar todo el potencial de nuestras ciudades y campos de acuerdo a los intereses de la nación.
«Además de agradecer toda acción de invertir en la ciudad, los que negocien las inversiones extranjeras y actos solidarios deben indicar las prioridades…»
Así quedó todo el paseo central del parque durante la primera fase de las labores. Foto: tomada del Facebook de Abel Tablada
Luego de medio año, el conocido como Parque Acapulco —su nombre oficial es parque Ho Chi Minh—, en la céntrica Avenida 26, de Nuevo Vedado, continúa a medio reparar, y más de uno ha dado un tropezón y hasta se han roto rodillas al caer sobre el pavimento removido y apenas moteado por mezcla en que han dejado buena parte de lo que fuera un acogedor y bien cuidado espacio citadino.
Allí han vuelto las ferias de fin de semana para ventas de garaje, pero ahora vendedores y curiosos se la ven bien complicada con tanta rotura y camino intransitable. Quienes allí practican taichí es probable que también se hayan sentido afectados de algún modo, así como todos y cada uno de los transeúntes y vecinos que, o lo atraviesan como parte de su camino, o, sencillamente —aunque no debería ser visto como poca cosa—, lo escogen o escogían para reposar un rato en un ambiente sereno y rodeado de arbolado.
Vista del parque el pasado sábado 9 de diciembre. Foto: CubaSí
¿Se consultó con los habitantes de la circunscripción, con el delegado del Poder Popular, con las organizaciones de la localidad?
¿Por qué pasó algo así justamente cuando la dirección del país y otras instancias de gobierno y políticas insisten en consultar al barrio, en que este, desde su sabiduría, sea el principal protagonista y hacedor de su presente?
Comentarios
carlavg@nauta.cu
Juan Carlos Callejas Torres
Arturo
Un jubilado desconcertado
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