El servicio presencial en la heladería Coppelia, que se reanudó el pasado 25 de septiembre en la modalidad de reservación, se ha comportado de manera estable con una afluencia diaria de entre 1500 y 1600 personas como promedio.

Así lo declaró a Tribuna de La Habana la jefa de Servicios de la instalación, Darianna Benimelis Echavarria, quien precisó que la población puede comunicarse a través de los teléfonos 7833-2567, 7833-2570 y 7836-9702 y efectuar la solicitud el día previo a su visita, en el horario de 10:00 de la mañana a 5:00 de la tarde.

Teniendo en cuenta que los lunes no se presta atención de ningún tipo a los clientes, las reservas para el martes se realizan los domingos en el mismo horario.

Las operadoras registran el nombre y el número de carné de identidad de los solicitantes, así como la cifra de sus acompañantes, la cual no se podrá exceder al arribo a la instalación.

Benimelis Echevarria explicó que esa disposición es inviolable porque solamente se ocupa el 50 por ciento de la capacidad en cada área, con el objetivo de garantizar el distanciamiento entre las mesas y cumplir de esa manera con los protocolos sanitarios para la prevención y control de la COVID-19.

A la entrada de la unidad y de cada zona de despacho se dispone del hipoclorito de sodio para las manos, las mesas y los utensilios, y los 310 trabajadores recibieron el esquema completo de las vacunas.

Aunque no está prohibida la concurrencia de menores de edad se recomienda que asistan siempre acompañados por adultos.

En los cuatro puntos de acceso a la instalación se dispone de un personal que verifica carné de identidad mediante la validez de la reserva.

Por la entrada principal que da a la avenida 23 se reciben a los clientes de la Torre, mientras que por las laterales, ubicadas en las calles K y L, se accede a las áreas A y B respectivamente.

Los que hayan reservado para el apartado C ingresarán al recinto por la calle 21 y, como es habitual desde hace un año, tienen además la opción de efectuar su pago a través de las plataformas electrónicas EnZona y Transfermóvil.

La directiva hizo énfasis en la puntualidad de los asistentes porque pasados los veinte minutos de iniciado el turno no se permitirá el acceso al área reservada y deberán esperar en el exterior de la heladería por un posible fallo en el listado de los horarios sucesivos.

En cuanto a las ofertas, la responsable de Servicios aclaró que cada comensal tiene derecho a consumir dos especialidades, y afirmó que en estos momentos, además de las tradicionales ( Jimagua, Tres gracias, Sundae, Copa Lolita, Ensalada, Arlequín), se encuentran disponibles también la Marquesita Helada, el Gaci Helado y el Súper Twins (jimagua doble).

De igual manera, aseveró que los sabores más estables son fresa, chocolate, vainilla, tiramisú, coco y mantecado.

Se mantiene la modalidad de oferta para llevar, pero solo en el kiosco exterior ubicado en la calle K, donde se pueden adquirir hasta 10 bolas de helado por persona, con un costo de cinco cup cada una.

En un recorrido por la instalación los clientes expresaron a este reportero su satisfacción por la adecuada presentacion de las ofertas gastronómicas y la diligencia y el buen trato del personal que labora allí, con destaque para las operadoras telefónicas por su amabilidad y profesionalidad.

Así lo expresaron Dulce María Frometa, residente en el municipio de Boyeros, y Beatriz Silva, de Arroyo Naranjo, quienes sugirieron además incrementar las líneas telefónicas porque en ocasiones se les dificultó la comunicación.

Una experiencia más favorable tuvieron Kenia Salazar y Lorenzo Benítez, procedentes de Marianao y el Cerro respectivamente, quienes lograron comunicarse de inmediato y agradecieron esta modalidad del servicio porque les evita una larga estancia en las colas cuando el acceso es por orden de llegada.

Así concluyó el recorrido por La Catedral del Helado, como la "bautizara" el carismático Diego, del filme Fresa y Chocolate, que en esta ocasión quizás no la tendría tan "fácil" para simular un encuentro casual con David, pero estamos seguros de que es más saludable y ordenado, como corresponde a la apertura responsable de La Habana en tiempos de la COVID-19.