El ritmo de vida acelerado también contribuye a la prevalencia de la depresión
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El psicólogo de Blua de Sanitas Jorge Buenvida Camarero explica que el ritmo de vida actual y acelerado, la sobrecarga laboral, la desconexión social y el uso excesivo de la tecnología afectan la salud emocional de muchas personas y contribuyen a la prevalencia de la depresión.
Además, 'el estrés crónico relacionado con el trabajo, la presión por cumplir expectativas y la falta de tiempo para actividades recreativas son factores de riesgo a los que debemos prestar atención', añade el experto.
La depresión es una enfermedad considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las principales causas de discapacidad a nivel mundial, impactando en personas de todas las edades y condiciones sociales. En concreto, afecta a aproximadamente 280 millones de personas en el mundo, lo que representa cerca del 5 por ciento del total de los adultos.
'La depresión no es simplemente tristeza o desánimo ocasional, es un trastorno complejo que puede interferir en la capacidad de las personas para llevar a cabo actividades diarias, mantener relaciones personales y disfrutar de la vida. Sus causas incluyen diversos factores biológicos, psicológicos y sociales. Entre las más comunes se encuentran los desequilibrios químicos en el cerebro, la predisposición genética, el estrés crónico, las experiencias traumáticas y los problemas de salud física', señala la psiquiatra del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, Belinda Manzano Balsera.
Los principales síntomas de esta patología son tristeza persistente, pérdida de interés o placer en actividades, cambios en el apetito y el sueño, fatiga constante, dificultades de concentración, sentimientos de inutilidad o culpa y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. Es fundamental reconocer estos signos y buscar ayuda profesional, ya que una detección temprana puede marcar la diferencia en el pronóstico y la calidad de vida de quienes la padecen.
En lo que respecta al tratamiento de la depresión, existen diferentes modalidades según la gravedad de la situación y las necesidades individuales. La psicoterapia, especialmente las terapia cognitivo-conductual (TCC), es altamente efectiva para identificar y modificar patrones de pensamiento negativo. En muchos casos, se combina con tratamientos farmacológicos bajo supervisión psiquiátrica, como los antidepresivos, que ayudan a regular los niveles de neurotransmisores en el cerebro. Además, intervenciones como la terapia interpersonal, la terapia basada en la atención plena y la activación conductual suelen mostrar resultados.
Por otro lado, las personas mayores enfrentan desafíos adicionales en este sentido. La soledad, las enfermedades crónicas y la pérdida de seres queridos hacen que este grupo poblacional sea especialmente vulnerable a esta enfermedad. 'Las actividades sociales, el ejercicio moderado y el fortalecimiento de redes familiares y comunitarias pueden mitigar significativamente el riesgo de depresión en esta etapa de la vida', explica la directora de Gobierno Clínico de Sanitas Mayores, Miryam Piqueras.
Ante esta situación y en conmemoración del Día Mundial de la Lucha contra la Depresión, que se celebra el 13 de enero, los expertos de Sanitas ofrecen una serie de consejos para llevar a cabo un estilo de vida emocionalmente saludable para prevenir posibles problemas asociados a la depresión.
Desde Sanitas recomiendan practicar ejercicio físico de forma regular. El ejercicio aeróbico y actividades como el yoga pueden reducir los síntomas de la depresión al liberar endorfinas y reducir los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
Asimismo, mantener una dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, pescado y grasas saludables mejora el equilibrio emocional. También es importante establecer una rutina de sueño saludable respetando los horarios regulares para dormir y evitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
Del mismo modo, es importante fomentar la neuroplasticidad y aprender nuevas habilidades, como tocar un instrumento o estudiar un idioma, estimula el cerebro y contribuye a un mejor estado de ánimo. Además, incorporar técnicas de regulación emocional tales como la meditación, la respiración profunda y las técnicas de relajación progresiva ayudan a manejar el estrés y la ansiedad.
También es útil participar en actividades comunitarias, mantener relaciones significativas y buscar grupos de apoyo ya que son formas efectivas de combatir el aislamiento y fortalecer el apoyo social. De igual forma, es importante limitar el uso de tecnología, especialmente en redes sociales puesto que se asocian con un mayor riesgo de depresión.
Por último, los expertos de Sanitas recuerdan que es esencial destacar la necesidad de asistir a revisiones periódicas de salud mental al igual que se acude al médico para revisiones físicas. Acudir a consulta con un psicólogo, ya sea de manera presencial o a través de videoconsulta, puede prevenir la progresión de trastornos emocionales.
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