DE LA HISTORIA DEPORTIVA: Argelia, tenían que ser tus mujeres
especiales
Por más sufridas, despreciadas, perseguidas, por la valentía demostrada en cualquier trinchera, tenían que ser tus mujeres las abanderadas del atletismo. Liberada Argelia. Hassiba Boulmerka y Nouria Mérah-Benida, también.
Corrieron bajo el pabellón patrio, no vendieron sus piernas ni sus almas como los maratonistas dorados Mohamed El Ouafi ( Ámsterdam 1928 ) y Allan Mimoun (Melbourne 1956) representantes de Francia siendo argelinos.
Ocurrió en los 1 500 metros planos. Hassiba, as mundial, su cima superior, Barcelona 1992: la rusa Lyudmila Rogachova y la china Qu Yunxia no pudieron con ella. La primera medalla de oro olímpica para el campo y pista árabe porque el imperio galo le robó la victoria inicial de Ouafi.
Compite la coterránea de Boulmerka y Mohamed: Nouria cruza la meta y es la estrella de la distancia en Sydney 2000. Dos rumanas la escoltan: Violeta Szekely y Gabriela Zsabo. Conquistó más premios; su mejor verso, en Australia.
Hubo un hombre que se agregó a la lista de los vencedores; rey del semifondo se agrega al desquite: el argelino Noreddine Morcelli, señor de los 1 500 en Atlanta 1996, ninguno como él en esa distancia por los años 90.
Mas les presento a un campeón supremo: Abd-El-Kader. Guió la lucha argelina contra la tiranía francesa a mediados del siglo XIX. Hassiba, Nouria, Noreddine, lo revivieron.
AMOR DE MUJER ÁRABE
Una árabe que besa
es labio de mujer, donde nos cumple
la eternidad al fin una promesa.
José Martí
Contendieron en años distintos,
ahora las veo correr juntas
como hermanas gemelas de las pistas:
liberándose, liberan.
Esa es la gran victoria,
más allá de color de las preseas.
Imponen sus ilusiones
y destrozan las de las rivales.
Boulmerka y Nouria
han besado a su amor verdadero:
el atletismo
para enlazar hazañas,
escribir con zancadas la gloria,
vencer a tantos fantasmas.
Amor de mujer árabe
eterno hace el triunfo
aun por encima de ellas.
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