Con la mirada en las nuevas tecnologías, sin perder la esencia de la creación humana, el cine transita hoy una época de cambios, de la mano de la Inteligencia Artificial (IA), destacan especialistas en el tema.

Cada día la industria del entretenimiento adopta nuevas prácticas y herramientas que emulan escenarios antes relegados al campo de la ciencia ficción y la filmografía fantástica, mientras los profesionales del sector enfrentan el reto de elevar sus capacidades y asumir el paquete tecnológico como parte de sus rutinas productivas.

“La IA está presente en numerosas áreas de la sociedad, se emplea en la ejecución de disímiles tareas, ya sea en la detección de enfermedades, en cuestiones ambientales como la vigilancia de ecosistemas y especies en peligro, la seguridad pública, el comercio y la cultura”, explicó en exclusiva a Prensa Latina Duncan Crabtree-Ireland.

El director ejecutivo nacional del Sindicato de Actores de Cine-Federación Estadounidense de Artistas de Radio y Televisión (SAG-AFTRA), destacó la necesidad de asimilar los cambios como un proceso evolutivo y no como una amenaza a los empleos o la calidad de vida.

Invitado al Festival Internacional de Nuevo cine Latinoamericano, Crabtree-Ireland afirmó que la IA no es un tema del futuro, sino una cuestión del presente, que cada día cobra mayor relevancia y el sector del séptimo arte ya ha dado sus primeros pasos en asumirla, aunque todavía persisten intereses económicos sobre los conceptos creativos.

Por su parte, el supervisor de asuntos internacionales de la referida organización, Jorge Aguirre, señaló los cambios que acontecen en “el panorama del cine y la televisión en todo el mundo, lo cual es un fenómeno del que será imposible escapar en el futuro próximo”.

Minutos antes de impartir una conferencia magistral sobre este asunto, ambos expertos apuntaron las capacidades de los algoritmos para desarrollar todo tipo de tareas, creativas o no, como preproducción, edición, crear música o guiones completos.

“Es una tecnología que infunde un poco de miedo pero que es muy importante estar frente a lo que está sucediendo, a ver cómo podemos adaptarnos a este futuro”, refirió Aguirre, al tiempo que ofreció algunos ejemplos de aplicaciones que ya se usan en la industria y que facilitan muchos procesos.

Aunque las IA pueden usarse para crear guiones o música original, elegir locaciones de películas, editar o incluso predecir el éxito de una producción antes de iniciar el rodaje, los especialistas defendieron la premisa que todo ello es solo una muestra de lo que pueden hacer las personas apoyados en la ciencia, “no se trata de rivalizar, sino de coexistir”.

Durante el espacio teórico, Aguirre se refirió también al uso de programas para realizar castings, aunque los datos que manejan las herramientas se sustentan más en cuestiones de ranking y negocios, lejos de percepciones subjetivas de realizadores o habilidades reales de los actores.

Otro de los asuntos abordados por el supervisor de asuntos internacionales, fue la posibilidad de este tipo de mecanismos de llevar los filmes a todos los idiomas con doblajes acertados o servicios de subtítulos, así como la creación de tráiler de los audiovisuales en menor tiempo y con mayor o igual calidad.

Uno de los mayores temores de expertos, creadores y la sociedad reside en la posibilidad que ofrece para generar deepfakes, capaces de modificar parámetros faciales, la voz, u otros aspectos, lo cual ha cobrado auge en Estados Unidos, donde actores famosos han quedado expuestos ante videos pornográficos falsos.

En ese sentido, señalaron la necesidad de potenciar la ética desde las ciencias, pues este tipo de herramientas tecnológicas trabajan con información proporcionada por humanos y pueden replicar conductas discriminatorias.

Para evitar este atraso en cuestiones de diversidad e inclusión social, los especialistas coincidieron en la necesidad de implementar políticas públicas y marcos legales coherentes, así como respaldar el proyecto de ética en el marco de las nuevas tecnologías y el uso de inteligencia artificial que desarrolla la Unesco.

“Pienso que como sindicato es importante para nosotros asegurar que nuestros miembros y artistas entiendan que esta relación con la tecnología tiene la posibilidad de mejorar nuestras vidas y no sustituirles en sus empleos”, ratificó Crabtree-Ireland.

Asimismo, detalló algunas de las acciones de capacitación e intercambio que desarrollan desde hace años, en aras de facilitar los conocimientos sobre estos temas a los miembros de la industria, lo cual garantiza versatilidad y eleva los niveles profesionales.