Buen tumbao que se disfruta
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Anunció Ethiel Faílde a un diario mexicano que el más reciente fonograma de la orquesta que dirige es más lo que son y quieren ser; también en Panamá gana popularidad la producción discográfica, y en la Cuba donde nació, Faílde con tumbao conquista oídos prestos a la grata sonoridad.
La amplitud de géneros y estilos que la agrupación propone habitualmente en sus conciertos en vivo distingue la producción que ya circula en redes sociales; el disco en físico verá la luz a finales de año con un número superior a los ocho temas ahora socializados.
Siempre recibimos mucho del público y es el momento de demostrarle cuánto es para nosotros y regalarle alegría cuando es necesario permanecer en casa en este tiempo donde amenaza la COVID-19, explicó Ethiel.
A Rayko Gámez Armada corresponde la composición del rostro del fonograma que anuncia al mundo la matanceridad inquebrantable de la Faílde; las columnas del llamado puente de La Concordia, el teatro Sauto, el Museo Palacio de Junco, se incluyen entre los símbolos que acompañan a la orquesta representada por Ethiel, que transita ágil por vía libre en un automóvil clásico y propone un recorrido por un repertorio nacido en el transcurso de más de un siglo.
Pensado está para un receptor global, pero la matanceridad se expresa desde la portada y la elección del repertorio -aseveró el joven creador-, la Atenas de Cuba es nuestro punto de partida, nos sentimos embajadores de esa tierra y continuadores de un valioso legado.
El disco con sello de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (Egrem) trae al 2020 la pieza Nievecita de Miguel Faílde, que data de 1883; gesto práctico que representa la labor de rescate y fomento del patrimonio sonoro que realiza la agrupación, pero igualmente se refleja el quehacer más actual, con temas y versiones pensadas específicamente para el proyecto fonográfico.
Los estrenos La Cumbanchá y Tumbao constituyen novedosas propuestas en el CD que cuenta con mezcla y masterización realizadas en Nueva York, Estados Unidos, a cargo de Ignacio (Nacho) Molino y Alex Psroudakis, creadores que tienen en su haber el honor del Premio Grammy.
A los valores logrados aportan decisivamente los especiales invitados que suman su sello personal, tales como la gran Omara Portuondo con su majestuosa voz; y Andy Montañez, siempre portador de vitalidad y energía.
Opina Ethiel que, además del sonido de la Faílde, en el joven fonograma se aprecia mejor el timbre de los vocalistas Yerlanis Junco y Yurisán Hernández, que contribuyen a definir la identidad de la agrupación.
Uno de los mayores valores de este disco es que propone los temas que normalmente se disfrutan en un concierto de la Faílde, en vivo la orquesta además de danzón puede asumir mambo, chachachá, bolero, salsa, son, timba…, opina el descendiente del autor de Las Alturas de Simpson.
Es muy importante que el danzón se vista de siglo XXI desde la sonoridad de la orquesta, el vestuario, la imagen, afirma Ethiel, y en ese empeño abrazan una madurez superior, y abogan por ofrecer también otros ritmos para sensibilizar al amplio público con los valores de la música cubana, gracias a un buen tumbao, que se disfruta.
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