Atletismo cubano destrozó pronósticos
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Lo hecho por Yunisleidy De la Caridad García, campeona en 100 y en el relevo corto, y medallista de plata en 200, simplemente no estaba en la mente de nadie. Foto: JIT
Antes de que comenzaran los Juegos Panamericanos de Santiago de Chile consideraba que era bastante corto el pronóstico que dieron las autoridades de Cuba con respecto al equipo de atletismo.
Una medalla de oro, cuando hace cuatro años la cosecha fue de cinco metales dorados, dos de plata y tres de bronce, y teniendo en las filas a cuatro medallistas del pasado Campeonato Mundial de Budapest, me parecía bastante por debajo de las potencialidades de nuestros representantes.
Los saltos eran nuestra principal baza y cumplieron, y llegaron sorpresas más que agradables de la pista, como ya comentamos en estas páginas.
Lo hecho por Yunisleidy De la Caridad García, campeona en 100 y en el relevo corto, y medallista de plata en 200, simplemente no estaba en la mente de nadie.
Pero ya de los velocistas hablamos con anterioridad, vamos ahora a los que sí estaban en los planes, y cumplieron en su gran mayoría.
Los medallistas de plata y bronce de Budapest: Lázaro Martínez y Cristian Nápoles, buscaban el doblete en el estrado de premiaciones y lo consiguieron. Lázaro saltó apenas una vez y le bastó para llevarse la corona, sin arriesgar el físico en una jornada en la cual varios triplistas se vieron descoordinados y sufrieron molestias, incluido Nápoles, que se llevó el bronce.
Ese inconveniente físico le privó de llegar más lejos, un desempeño que para nada puede criticarse, porque es de los atletas que tuvo que tener varios picos de rendimiento en la temporada.
En el mismo caso estaban entre las damas Leyanis Pérez, medallista de bronce en la lid universal, y Liadagmis Povea, quienes aprovecharon la ausencia de la indetenible Yulimar Rojas y reinar, a pesar del agotamiento por sus excelentes campañas.
Con un poco menos de favoritismo salió el saltador de altura Luis Enrique Zayas, pero una vez más mostró su gen competitivo y cuando estuvo contra la pared burló la varilla para retener su título de Lima 2019.
Cuando hablamos de la pista no incluimos a Sahily Diago y su oro en 800 metros planos, pero lo hecho en el Estadio Nacional Julio Martínez es para enmarcar, en una modalidad en la cual presumimos de pedigrí.
El joven Alejandro Parada (salto de longitud) alcanzó una plata que lo dejó insatisfecho, pero tampoco es para alarmarse.
Más discretos fueron los desempeños de Silinda Morales (lanzamiento del disco), la principal carta en el área de lanzamientos que tanta gloria ha dado a la mayor de las Antillas en su historia, pero que esta vez no cumplió con las expectativas, no solo por no haber llegado al podio, sino porque las marcas quedaron bastante por debajo de lo esperado. Silinda compitió en todo, pero no puede decirse lo mismo de otros lanzadores.
No obstante, la juventud de la gran mayoría de nuestros representantes hace pensar que seguirán destrozando pronósticos.
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