ARTE: Noche de invierno
especiales

Fragmento de "La noche estrellada" de Vincent Van Gogh que imaginamos de invierno
Ahora que hemos regresado al horario normal y se acerca el invierno y con él las temperaturas agradables, las noches calladas y más largas, queremos ver cómo esta temporada ha sido tratada desde el arte y proponemos una breve selección de las obras que más nos gustan.
Porque esta estación es la tregua para ambientes tan cálidos como los del Caribe y también incentivo para crear, para estar activos y disfrutar espacios al aire libre, sobre todo porque el verano agota de solo abrir los ojos, por tanto cada jornada fresca es motivo de alegría.
A veces muchos asumen este periodo como triste porque suele estar nublado y las calles tranquilas, mojadas sin el trasiego habitual porque la gente respeta el frío y se recoge, encueva, pero por suerte existen formas de animarlo con las luces de guirnalda que montamos y ofrecen colores brillantes a portales y terrazas que usualmente son apagadas, sin sal, y hacia adentro de la casa ambientamos con música y los olores de las comidas más elaboradas porque incrementa el apetito y aguantamos más el calor del fogón.
Durante estos meses la Tierra se inclina de modo que un extremo se aleja del sol y así es que se origina el invierno para el hemisferio afectado porque recibe los rayos solares con menos fuerza y durante corto tiempo. Por eso sentimos frío y son más breves los días. Precisamente esas noches son momentos de inspiración para creadores porque encuentran calma y musa. El silencio es requisito para la mayoría de los artistas que necesitan concentración.
El invierno es ideal para este propósito y sus noches el reino para los grandes maestros del pincel y la pluma, es escenario cargado de emociones contradictorias y por eso tantos dejaron en su arte el reflejo de ese contexto de paz, romance, misterio y al mismo tiempo terror y soledad. Se presta para todo.
Una de las pinturas más celebres que habla del tema que nos interesa hoy es la más famosa de Vincent van Gogh (Países Bajos, 1853-1890). “La Noche Estrellada” (1889) muestra un cielo vivo repleto de astros y viento cósmico que danza y deja arabescos arremolinados en el éter. Esas espirales de luces y halos estelares brindan una visión muy bonita de la nocturnidad, la luz que se impone ante la oscuridad, y como vemos, ha trascendido siglos. Es una de las obras más valoradas de todos los tiempos.

Imagen tomada de https://es.wikipedia.org
Nunca más apropiado lo que escribió el poeta renacentista Fray Luis de León (España, ≈1527-1591) sobre la noche vista no como caos sino como paz y orden divino.
“Noche Serena” (Oda VIII o A Don Loarte) (c 1572)
Fragmento
(…) Quien mira el gran concierto
de aquestos resplandores eternales,
su movimiento cierto
sus pasos desiguales
y en proporción concorde tan
iguales;
la luna cómo mueve
la plateada rueda, y va en pos della
la luz do el saber llueve,
y la graciosa estrella
de amor la sigue reluciente y bella;
(…)
Aquí vive el contento,
aquí reina la paz; aquí, asentado
en rico y alto asiento,
está el Amor sagrado,
de glorias y deleites rodeado. (…)
Por su parte, el conocido pintor Francisco de Goya (España, 1746-1828) nos dejó otro tipo de obra menos dulce en la que descubrimos la noche como umbral de lo sobrenatural. “El aquelarre” (1797-1798) es tenebrosa, una de las 14 Pinturas Negras del autor español. En ella se ve claramente como protagonista al demonio en una de sus formas más representativas. La noche parece fría, y vemos una media luna que ilumina una escena con personajes famélicos.

Imagen tomada de https://es.wikipedia.org
La propuesta poética para esta ocasión es “Noche oscura del alma” (1578) de San Juan de la Cruz (España, 1542-1591) otro español que habla de soledad en la oscuridad:
Fragmento
En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡oh dichosa ventura!
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada. (…)
Leonid Afremov (Bielorrusia, 1955-2019) es un artista que distingue por el empleo de mucho colorido en sus obras, y aunque a veces concibe pinturas melancólicas por lo desolado de sus escenarios, el exceso de color y luz le da un matiz diferente, romántico. En “Melodía de la noche” sobresale el tono frío, azulado, de la noche que creemos de invierno. Parece haber llovido, típico de esta época, y la iluminación de las farolas y sus reflejos son el hilo conductor del camino y al mismo tiempo transmiten calidez a pesar de la baja temperatura que se adivina de la escena.

Imagen tomada de https://afremov.com
Para ilustrarlo traemos este fragmento del poema “La noche”, de quien no conocemos autoría, pero se ajusta perfecto al paisaje.
¡Oh noche, que con luces
vestida,
en éxtasis de sombra
sumerges
la doliente
realidad de la vida!
(…)
¡Oh noche, limpia de paz y de rumores,
noche de luces,
noche de luz!












Añadir nuevo comentario