Alfabetizar a todos, otro asunto pendiente de la humanidad (+ Infografía)
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Foto: tomada de educacionfutura.org
En este Día Internacional de la Alfabetización, más de 750 millones de personas en el mundo no podrían nunca saber qué dice este texto porque no saben leer ni escribir.
La educación es un derecho humano esencial que empodera y libera a los seres humanos mejorándoles la vida, ayudando a reducir la pobreza y las tantas desigualdades, a la vez que asegura ese imprescindible desarrollo sostenible que el mundo está necesitando transitar.
Sin embargo, y a pesar de los progresos en materia de alfabetización que han llevado a que más del 86% de la población mundial sepa leer y escribir, según datos del Instituto de Estadística de la UNESCO,
suman 754 millones los adultos iletrados en el orbe. Uno de cada siete adultos mayores de 15 años carecía de habilidades básicas de alfabetización.
De ese total que no sabe escribir siquiera su nombre y tampoco leer el nombre de una calle, el titular de un periódico o un aviso sanitario, dos tercios son mujeres.
Foto: tomada de ethic.es
Y a esa penosa realidad se añade en términos educacionales que 250 millones de niños no acuden a la enseñanza primaria, mientras que unos 62 millones de jóvenes no asisten a la escuela secundaria y 138 millones no van al preuniversitario o bachillerato.
Es por eso que este Día Internacional de la Alfabetización debería ser un motivo más para meditar seriamente acerca de estas realidades considerando que la efeméride ha de erigirse en oportunidad para renovar el compromiso global hacia sociedades más instruidas y justas.
Analfabetos del XXI
Además de la definición convencional de alfabetización, la UNESCO precisa que esta hoy debe entenderse también como “un medio de identificación, comprensión, interpretación, creación y comunicación en un mundo cada vez más digital, mediado por textos, rico en información y en cambios rápidos”.
Asimismo, esa entidad de Naciones Unidas detalla que la alfabetización es un proceso continuo de aprendizaje y conocimiento de la lectura, la escritura y el uso de los números a lo largo de la vida, y forma parte de un conjunto más amplio de competencias, que incluyen las competencias digitales, la alfabetización mediática, la educación para el desarrollo sostenible y la ciudadanía mundial, así como las competencias específicas para el trabajo.
Aunque resulta un tanto paradójico hablar de alfabetización digital cuando hay tantos que ni siquiera saben sostener un lápiz o realizar una suma elemental, es imposible negar los impactos de las tecnologías digitales en la vida contemporánea y en el aprendizaje en particular.
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Es así que la UNESCO introdujo desde hace unos años el concepto de alfabetización digital como la capacidad de acceder, gestionar, comprender, integrar, comunicar, evaluar y crear informaciones mediante la utilización segura y pertinente de las tecnologías digitales para el empleo, un trabajo decente y la iniciativa empresarial.
Dicha alfabetización digital comprende la alfabetización informática, en las TIC, la alfabetización informativa y la educación mediática, cuyos objetivos son empoderar en especial a las más nuevas generaciones para cultivar en ellas una actitud sensata con respecto al uso de dichas tecnologías y para que, ante ellas, puedan desarrollar actitudes críticas ante la desinformación, los discursos de odio y el extremismo y la violencia.
Foto:tomada de sdsnmexico.mx
A la educación digital se añade también la necesidad de una educación multilingüe, no por gusto este Día Internacional de la alfabetización se ceebra bajo el lema de "Promover la educación multilingüe: La alfabetización para el entendimiento mutuo y la paz".
Sucede así porque apremia emplear las potencialidades transformadoras de la alfabetización también con el fin de promover el entendimiento mutuo, la cohesión social y la paz.
Cuba y la alfabetización en el mundo
Cuba ha jugado un papel destacado en la promoción de la alfabetización a nivel mundial, especialmente con su innovador programa "Yo, Sí Puedo".
En el año 1998, por indicación del Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, se realizó la primera versión del programa de alfabetización "Yo, sí puedo", por especialistas del Ministerio de Educación (Mined) con el objetivo de aplicarlo en la República de Níger, en idioma francés, pero el proyecto no pudo concretarse por el magnicidio allí acontecido y se decidió trasladar ese empeño a la República de Haití, donde fue necesario contextualizarlo al Creole, que fue la primera versión aplicada del mismo, según consigna el Mined en su sitio oficial.
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Este método para alfabetizar, desarrollado por la pedagoga cubana Leonela Relys, ya fallecida, es un testimonio del compromiso de Cuba con la educación y la cooperación internacional y ha sido implementado con éxito en más de 30 países, contribuyendo a la alfabetización de cerca de 11 millones de adultos en diferentes idiomas.
Esta contribución cubana a la alfabetización en el mundo ha alcanzado muy diversas latitudes incluyendo Australia, donde fueron beneficiadas comunidades aborígenes, también Nueva Zelanda y otras partes de Oceanía, así como varias naciones de África y también ha llegado a Europa. La ciudad española de Sevilla supo de esa experiencia que tuvo gran aceptación en la población iletrada.
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Entre las noticias más recientes sobre cómo el "Yo, sí puedo" continúa rescatando a hombres y mujeres de la oscuridad del analfabetismo figura la proveniente de Brasil , donde, el municipio Maricá, de Río de Janeiro, logró alfabetizar a 1067 adultos y jóvenes mayores de 15 años.
En el gigante suramericano, en total, unas 100 mil personas de varias regiones de ese país se han alfabetizado con este programa, merecedor en 2006 del Premio Rey Sejong, de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. También Venezuela y Bolivia han sido reconocidos por la UNESCO por sus resultados enfrenando el analfabetismo.
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Dicho reconocimiento premia desde hace más de un cuarto de siglo la labor extraordinaria de gobiernos, entidades oficiales y organizaciones no gubernamentales en pro de la alfabetización.
El impacto del "Yo, Sí Puedo" trasciende la enseñanza de la lectoescritura promoviendo a la vez el desarrollo humano integral, la autoestima y autonomía de las personas. Dicho programa también ha sido adaptado para poblaciones con necesidades especiales, incluyendo versiones en Braille y para aquellos con discapacidades auditivas o intelectuales leves.
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Cuba, primero con su Campaña de Alfabetización en 1961 y luego con el solidario programa "Yo, Sí Puedo" continúa siendo un referente en los empeños por alfabetizar, siempre desde el convencimiento de que la educación es una poderosa herramienta para los cambios sociales y el mejoramiento humano.
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