Rostros, sonrisas y añoranzas de inmortales del béisbol cubano
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Braudilio Vinent, Antonio Muñoz, Luis Girado Casanova y Omar Linares fueron exaltados al templo sagrado el 27 de diciembre de 2014, en la provincia de Granma, y el destino los unió nuevamente, para recordar glorias vividas y sonreír (a carcajadas).
Sentados en los palcos ubicados detrás del home plate, Vinent, Muñoz y Casanova no pararon de conversar. 'Esta oportunidad es exquisita, muchacho', dijo en exclusiva a Prensa Latina el 'Gigante del Escambray'.
Casanova, el 'Señor pelotero', escuchó con atención a un hombre que conoce hace más de 35 años, y Vinent, el 'Meteoro de la Maya', no dejó pasar la oportunidad para bromear con el primero: 'chico, no me dijiste nada de la prensa'.
En medio de tanta camaradería, estos tres ases manifestaron su sentir por el reencuentro: 'Es un regocijo muy grande', refirió el pinareño Casanova, un pelotero considerado de cinco herramientas. 'Ahora tenemos la posibilidad de reunirnos, compartir y hacer anécdotas de nuestras etapas'.
'Siempre disfruto estas experiencias', expresó el cienfueguero zurdo Muñoz. 'Solo una vez me he perdido esta opción y fue cuando tuve afectaciones de salud. Me siento muy feliz de poder abrazar a estos amigos de siempre'.
Vinent, en la misma cuerda, se mostró contento y recordó el día en que fueron presentados como integrantes del Salón de la Fama: 'Aquel fue un momento muy importante para todos nosotros. El orgullo fue inmenso'.
El 10 de diciembre de 2014, en La Habana, a 538 kilómetros de esta ciudad, el grupo de trabajo y desarrollo del Salón de la Fama del Béisbol Cubano eligió a cinco exponentes del deporte que se desempeñaron antes de 1959 y otros tantos con resultados luego de ese año, para conformar el altar de los inmortales.
Esteban Bellán, llamado el padre de la receptoría en la isla y primer jugador del país en desempeñarse profesionalmente en Estados Unidos, los lanzadores Conrado Marrero y Camilo Pascual, el jardinero Orestes Miñoso y el árbitro Amado Maestri fueron los seleccionados dentro del primer periodo.
La lista de la segunda etapa fue completada con el 'Tambor Mayor', Orestes Kindelán, máximo jonronero en Series Nacionales. 'No, no, Kindelán debería estar aquí, todos los grandes de la pelota deberían estar en este estadio ahora', espetó Vinent.
En este punto, el santiaguero mostró su malestar porque el proyecto del Salón de la Fama está interrumpido. 'No se ha dicho más nada. Eso está mal. No debemos dejar morir la historia de nuestro béisbol', señaló.
Muñoz fue un poco más allá: 'Nos dieron la placa en Granma y todo ha quedado ahí. Las personas pertinentes deberían explicar el por qué el salón no sigue y nuevos grandes jugadores no han sido elegidos'.
En 2015, se realizó una segunda votación que no fue validada y en 2018 no fructificó un nuevo intento para revivir un espacio imprescindible para el deporte de la mayor de las Antillas.
Sobre el tema, Muñoz volvió a ir 'al bate': Todos somos cubanos. No hay argumentos para frenar ninguna elección. Aquel que es tenido en cuenta es porque se lo ganó y dio brillo a nuestra pelota. Ojalá se expliquen las causas de esta situación y las opciones sean similares para todos, estén o no en Cuba, argumentó.
De acuerdo con federativos nacionales, la interrupción se debe a que no existen basamentos jurídicos para mantener la propuesta y esa falta de institucionalidad, reglamentos y leyes tienen frenado uno de los proyectos más importantes de los últimos años en materia de memoria histórica deportiva.
Lejos de la conversación estuvo Omar Linares Izquierdo, considerado por muchos como el mejor pelotero de la isla de todos los tiempos, quien resaltó la importancia de mantener estas experiencias, cuando se alistaba para entrar al terreno y ser protagonista del Juego de Veteranos.
'El Niño', como le conocen al oriundo de Pinar del Río, jugó un solo inning a la defensa y el público no tuvo el placer de verlo batear en la victoria 6-1 de su equipo Occidentales sobre los retirados de Orientales.
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