Ballet Nacional de Cuba festejará reapertura del Teatro Sauto

Tras una reparación capital de una década, Sauto reabrió sus puertas el 12 de octubre, precisamente cuando se conmemoró el onomástico 326 de Matanzas, conocida como la Atenas de Cuba, con una gala artística titulada El alma de la ciudad, toda una alegoría al afamado coliseo.

Dirigido por Alicia Alonso y considerado Patrimonio Cultural de la Nación, el BNC mostrará al público matancero cuatro obras emblemáticas de su repertorio: Las sílfides, Muñecos, Nuestros valses y Celeste, acorde con una nota de prensa del grupo danzario.

Las sílfides constituye un montaje de la prima ballerina assoluta a partir de la versión original de Mijaíl Fokín, con música de Fryderyk Chopin y diseños de Salvador Fernández sobre los originales de Alexander Benois.

Muñecos muestra en escena el eterno tema de los juguetes que toman vida durante la noche, y en la pieza se representa una muñeca típica cubana y el soldado de plomo, en una coreografía de Alberto Méndez, música de Rembert Egües y vestuario de Salvador Fernández.

Nuestros valses es una obra de Vicente Nebrada con arreglos musicales de Mark Richards sobre la base de las composiciones de Ramón Delgado Palacios y Teresa Carreño, mientras Celeste de Annabelle López tendrá de fondo musical a P. I. Chaikovski.

Los roles protagónicos de estas funciones los asumirán Viengsay Valdés, subdirectora artística del BNC; Grettel Morejón, Claudia García, Ginett Moncho, Dani Hernández y Rafael Quenedit, secundados por solistas y cuerpo de baile, precisó la comunicación.

Estas dos jornadas del BNC en el Sauto, situado en el entorno del sitio fundacional de la tricentenaria villa a 100 kilómetros al este de La Habana, da continuidad a la rica trayectoria escénica del edificio, que atesora grandes acontecimientos culturales y políticos, destacó el texto.

El Teatro Sauto, inaugurado el 6 de abril de 1863, tuvo en el arquitecto, ingeniero y pintor italiano Daniel Dall'aglio al proyectista y ejecutor del imponente inmueble.

Similar a la Scala de Milán ha funcionado como una sala polivalente para la presentación de todas las manifestaciones de las artes escénicas, por sus tablas han pasado prominentes figuras e importantes compañías y grupos del patio y foráneos, y su capacidad supera los 700 espectadores.