ARTE EN LA RED: Reunión familiar

En el centro de atención, está la madre, está el padre, está la hija y está el perro (todo el mundo sabe que el perro suele ser un miembro más de la familia, con todos los derechos y con muy pocos deberes). En segundo plano hay una joven que probablemente sea una pariente o una amiga, a juzgar por la calidad de su vestuario. Y, como no podía ser de otra manera teniendo en cuenta el lujo de la casa, figura también la criada, solícita y humilde (algunos señores consideraban que la criada también formaba parte de la familia… con menos derechos que deberes).

Willem van Mieris (1662-1747) nos ha dejado un testimonio valiosísimo de las costumbres de una época. El dibujo es minucioso: hay que ver la manera en que se presentan esas telas, la cuidadosa presentación de los detalles de la ropa, los zapatos, la vajilla, los muebles, el instrumento musical… Pero lo que más llama la atención es la placidez mórbida de la escena, la satisfacción que uno le adivina a estos señores: la voluptuosidad de la buena vida.

Aquí la única que parece preocupada es la criada… Se ve que estos señores nunca han tenido que recoger una mesa.

Willem van Mieris: Reunión familiar. 38.7 x 51 cm. Colección de la Escuela Holandesa del Museo Nacional de Bellas Artes.