Piñera: Nepotismo y corrupción, sin empacho
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Los medios occidentales aprovecharon un periplo del presidente chileno, Sebastián Piñera, por China, para atacarlo por la corrupción en el círculo que le ayuda a desgobernar y, principalmente, por enrolar a sus hijos en los viajes pagados por el Estado y tratar de ubicarlos ventajosamente en algunas que otras empresas.
No obstante, la reacción presidencial de regresar al país fue cuando lo anterior se volvió a repetir en la continuación del viaje por países desarrollados de Europa, con el fin de preparar los argumentos para defender a sus hijos Sebastián y Cristóbal, quienes concurrieron a todo tipo de reuniones tecnológicas sin que ello les incumbiera.
Así el multimillonario mandatario, quien dice conmoverse por “las víctimas de la represión de Maduro”, tiene que frenar acusaciones de nepotismo, conflictos de interés y posible corrupción, además de haber permitido que sus hijos utilizaran recursos presidenciales en negocios personales.
Piñera no ha podido explicar porqué incluyó a sus hijos en la comitiva oficial, mientras que el Ministro de Ciencias y Tecnología y el Presidente de Codelco quedaron fuera del viaje de Estado.
Más aún cuando el viaje tuvo presupuestado múltiples reuniones con empresas tecnológicas en uno de los países líderes en el mundo en este tema, China, y que ambos hijos de Piñera hayan creado la empresa Kauai Labs SpA dedicada a la robótica hace sólo un mes.
Desde el gobierno han señalado que ambos asistieron por “razones familiares” a la gira presidencial, pero con los antecedentes que se han recopilado, sumado a las fotografías que mostraron a ambos hijos en las reuniones, queda en entredicho la versión del gobierno y se acrecienta la duda de si los Piñera Morel utilizaron los recursos presidenciales para realizar negocios personales en China.
Diputados, senadores y la opinión pública han cuestionado severamente al gobierno, y comparan esta situación con las críticas que recibió Michelle Bachelet por la reunión de su hijo Sebastián Dávalos con el director del Banco de Chile, Andrónico Luksic. En esa oportunidad las críticas fueron despiadadas e injustas -como se demostró posteriormente- contra la ex presidenta, e incluso se llegó a pedir su renuncia.
Para cómo están las cosas en Chle, donde Piñera se niega a aceptar críticas en los numerosos aspectos en los que está trabajando mal –o no trabaja- ha perdido toda formalidad, al asegurar sus negocios y los de sus hijos, sin importarle nada.
Pero esto es sólo una pequeña parte de lo que está haciendo la gobernanza chilena, que tiene abandonados sectores tan importantes como la educación y la salud, donde los paros son cada vez mayores, y si toma interés en la represión a la población aborigen que reclama la devolución de sus tierras esquilmadas por la oligarquía y las transnacionales.
Al criticar el saqueo sin recato, a plena luz del día, sin remordimiento ni temor a que se haga justicia, expertos recordaron que lo de Piñera es una costumbre familiar, por lo cual uno de ellos planteó lo que considera una solución:
“El fin de los privilegios a los políticos empresarios, que todo parlamentario gane lo que un trabajador y que todos los cargos sean escogidos por elección popular para terminar con las familias millonarias y el empresariado en el Estado”.
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