¿Las mujeres cubanas “salimos” en las telenovelas?
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Las mujeres cubanas, esas criaturas increíbles, que logramos proezas todos los días, esos seres complejos que, supuestamente, “nadie entiende”, las que no renunciamos a ninguno de los personajes que la vida nos trae y tenemos el valor de intentar representarlos todos orgánicamente ¿estamos reflejadas en la poderosa pequeña pantalla?
Y no se trata aquí de mirarnos con autocomplacencia, ni lástima ni triunfalismo, complejidad, credibilidad, una visión de la mujer que le haga justicia ¿está en las telenovelas y dramatizados nacionales?
Patricia, una abogada de 36 años considera redonda y rotundamente que no: “las novelas parece que las escribe un niño pequeño, las tramas son vacías y elementales. Así que los conflictos y necesidades de nosotras se quedan en guiones no escritos y menos televisados, me parece que después de los conflictos de historia y escuelas en el campo o becas que reflejaron la época de nuestras madres nadie más ha escrito nadita. ¡Ah! Me gustó conciencia, me disculpo por esa solita, porque la de abogados tampoco me enseñó nada.”
Aunque aclara que no las sigue mucho, Lisandra, otra joven profesional, asegura: “de lo poco que he visto no me veo reflejada en ninguna, supongo que alguna que otra situación o determinadas mujeres sí aparecen, pero en toda la dimensión de la mujer cubana, la verdad creo que no salimos en las telenovelas”.
La mujer cubana se mueve cada día en un registro más variado desde todos los puntos de vista y esa diversidad, al decir de Dachelys, no siempre está presente: "Yo personalmente no me veo muy reflejada, hablo como mujer joven mestiza y bisexual. Pienso que hay algunas realidades invisibilizadas y que no están lo suficientemente tratadas en la televisión cubana de hoy. Otra de las realidades que a veces no veo es la de la mujer cuidadora de ancianos y/o enfermos por solo ponerte ejemplos..."
Con toda la espontaneidad que la caracteriza mi amiga Marlan, bromea: “desde la esclava Isaura no me veo en ninguna, esta vida que uno lleva: el trabajo, la casa atendiendo todo, la familia, la mujer cubana no para, trabaja doble en casa y en la calle, además de educar y atender a sus hijos, qué va, algunas se acercan, se parecen, pero ningún personaje nos llega a los talones”.
Y así les sucede a muchas, no se sienten identificadas, en consecuencia, algunas desistieron de ver novelas, como Diana: “yo ni las veo, prefiero el cine, si tengo tiempo me pongo a ver cine cubano, aunque sea repetido, siento que me aporta más. También veo muchas series extranjeras, que igual están llenas de paquetes, pero como no tienen que ver con lo que yo vivo, me da igual, pero cuando es una novela cubana me cuesta mucho trabajo admitir que las cosas no se parezcan a lo que yo sé que pasa realmente, a lo que vivo todos los días, así que, para no alterarme, ni las veo.”
Otras televidentes adoptan la postura de Susette: “Para nada las telenovelas reflejan la realidad de la mujer cubana, pero me parece bien, las novelas tienen que ser lindas, para cuando uno se sienta frente al televisor no repetir la machacadera del día, sino ver algo agradable y decir ese es el pelo que quiero tener o la casa que me gusta o el novio que deseo, para soñar un poco y desconectar.”
Desde el otro lado de las cámaras, voy a retomar un fragmento del diálogo que, hace aproximadamente un año, compartimos en CubaSí con la excelente actriz cubana Yuliet Cruz: “Hay, en mi criterio, pocos personajes femeninos que realmente les hagan honor a las historias que muchas mujeres en el mundo y, sobre todo, las cubanas vivimos día a día, y cuando se escriben no tienen la hondura que pudieran tener. No sé si es que necesitamos que sean mujeres quienes escriban un poquito más, pero bueno, todavía estoy esperando en el cine, en la televisión, más personajes femeninos con mucha fuerza. Creo que existen historias silenciadas sobre mujeres que no se han escrito y que me encantaría interpretar.”
Regresando al sofá de los espectadores, encontramos también algunas respuestas como la de Yanet: “Yo sí he visto situaciones de la mujer cubana muchas veces reflejadas en las telenovelas, quizás lo que falta es profundizar más en la psicología de los personajes, para que luzca toda voluntad o la fuerza y también los defectos y los obstáculos que tenemos.”
¿Quién tiene la razón? Quizás estamos ante una verdad múltiple, que se construye desde la experiencia personal, pero ya que es marzo y nos van a regalar flores y tarjetas, creo que vale la pena mirarnos y buscar más profundo en la imagen que multiplicamos.
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