DE LA HISTORIA OLÍMPICA: El desquite del trabajador manual
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Al suceso lo han llamado La venganza del trabajador manual o La venganza de John Kelly. Penetremos…
John B. Kelly, natural de Irlanda y nacionalizado norteamericano, en su tierra adoptiva, fue un buscavida desde muy joven y en esa etapa de la sobrevivencia abrazó con más fuerza el sector de la construcción: peón, mezclero, albañil… Poseía salud, resistencia, potencia muscular y amaba el deporte: prefirió los remos. Mostró condiciones y alcanzó premios en el país.
Quiso probar en justas internacionales y, un mes antes de los Juegos de Estocolmo 1912, luego de triunfar en una competencia efectuada en Holanda, se inscribió por correo en las Regatas Reales de Henley, Inglaterra. Al llegar allí, advirtió que su nombre no aparecía en la lista de los participantes. Indagó y…
- ¿Ustedes no han recibido mi inscripción?
- Sí ¿pero es usted un trabajador manual o no?
- Sí, aunque eso…
- No hay error alguno: nuestros reglamentos impiden que un obrero, un artesano o un jornalero o quienes tengan esos orígenes compitan con un gentleman.
Juegos de Amberes 1920: superior rival en skiff (sencillo), el as británico Jack Beresford (junior).John lleva en su testa la gorra de cuando era constructor. En la final, muy parejos se acercan a la meta. El calor, el cansancio. “Tengo que ganar; voy a ganarle a ese señorito…” Piensa y hace: ¡el extra! Cruzan la línea de la dicha muy cercanos. Y doblega al caballero de Gran Bretaña 7 y 35 por 7 y 36.
En doble scull, otro galardón, junto a Paul V. Costello. Los de la citada isla no llegan al podio. El dúo vuelve a imponerse en la cita de 1928.Al día siguiente de su victoria en el torneo belga, envía su manchada gorra al rey Jorge V. Para que el desquite fuera mayor, su hijo John gana… las Regatas Reales de Henley, antes de ser remero bronceado en la misma especialidad de su progenitor durante la gran batalla de Melbourne 1956.
No olvidó aquella fase de su existencia ni la afrenta, aunque se había convertido en un empresario del sector, galgo vencedor en la carrera de la vida, en gran medida, a costa de tantos contendientes que quedan enlazados por lo gris; por tanto, amo de galgos entonces.
Ya entrado en años, solía comentar: “Antes, cuando mi hija pasaba, decían: Ahí va Grace, la hija del campeón, ahora, cuando paso dicen: Hay va el padre de la actriz Grace Kelly, hoy princesa de Mónaco”.
KID CHOCOLATE, ¿ESTRELLA OLÍMPICA?
El italo- norteamericano Fidel la Barba se impuso entre los moscas en París 1924. Y La Barba llegó a coronarse en el boxeo rentado. Sostuvo tres memorables combates con el primer cubano as del orbe en esa disciplina: Kid Chocolate.
En el primero (mayo 22 de 1929) venció el antillano (por la vía judicial en diez) y le cortó un come back victorioso al oponente. El derrotado estaba mucho más fuerte y era dueño de técnica más depurada que en los Juegos de la capital francesa. El 3 de noviembre del 30, ganaría La Barba por votación unánime en duelo a diez capítulos. El Kid lo superaría por decisión en combate a 15 asaltos por el cetro feather (en poder del Chòcolo) en diciembre 9 de 1932.
Le pregunté para el libro escrito con Elio Menéndez: Kid Chocolate: “El boxeo soy yo”: Usted enfrentó tres veces a La Barba, campeón olímpico en la división de las 112 libras en 1924, ¿le hubiera gustado, digamos, asistir con sus 18 años a la Olimpiada de 1928, en Ámsterdam?
- Claro que me hubiera gustado una medalla olímpica pero no tenia ninguna posibilidad. Primero, había que “inventar” para comer; ademas, en Cuba no se daba atención al deporte amateur. En ese mismo año, 1928, tuve que enfrentar a Eddie Enos en Nueva York por 40 dólares. No eran tiempos para pensar en Juegos Olímpicos.
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