DE LA HISTORIA OLÍMPICA: Los juegos de Paavo Nurmi

DE LA HISTORIA OLÍMPICA: Los juegos de Paavo Nurmi
Fecha de publicación: 
30 Julio 2012
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Simplemente, París 1924 son los Juegos de Paavo Nurmi. El finlandés volador le dicen. ¡Vuela! Pregúntenles a sus contrincantes. En la octava edición, vence en

1 500 y 5 000 planos, los 3 000 colectivos y los  5 000 individual y por equipos a campo traviesa. En las dos primeras distancias rompe las marcas del clásico con 3.53.6 y 14.31.2.

Nurmi es mucho más que estos premios. Llegó a poseer todas las plusmarcas del mundo desde 1 000 hasta 20 000 metros, sin excluir las distancias inglesas: proeza jamás igualada. Gran cantidad de expertos lo consideran el mejor corredor de todas las épocas. Sin ser absoluto, lo sitúo como grande entre los grandes del deporte: cada cual en su momento.

 
Introvertido. Hombre de pocas palabras. Prefería hablar con las piernas. Este profesor, amante de la música clásica, con su destreza, señor del fondo, de la lid del agotamiento. Entrenar y entrenar. Kilómetro tras kilómetro. Piernas prodigiosas. Pecho prodigioso. Voluntad aún más prodigiosa. Superior al físico digo yo. Controlar el ritmo de la carrera en cada vuelta por el cronómetro que lleva en la muñeca.

 
Su inmenso amor al atletismo es lesionado cuando el Comité Olímpico Internacional (COI) lo declara no amateur.  Destrozados su sueños de ganar la prueba de maratón en Los Ángeles 1932.A sus 35 años mantenía su estelar forma y se preparaba para convertir aquella ensoñación en realidad.

Olimpiada de Helsinki 1952. Más que él, sus compatriotas se desquitan. A la entrada del estadio principal, una estatua de Paavo Nurmi. El último relevo de la antorcha: Paavo Nurmi. Este hombre de 55 años entra en la instalación. Estallan las tribunas: gritos, aplausos, alegría. Todos de pie. Es la muestra de pasión por el atleta y de repudio al extremismo de la mayoría aristocrática del COI. El ídolo entrega la antorcha a otra gran gloria: Hannes Kolehmainen, quien enciende la llama que arderá durante las competencias. Bella venganza, pero cuando Nurmi muere, a los 76 años, en 1973, aún se dolía de su no batalla en aquel maratón.

 
VOLVAMOS A LOS VIII JUEGOS

 
Continúan dando quehacer los fineses en el atletismo. Ville Ritola es el uno en los 10 000 lisos con nuevo récord mundial (NRM): 30 minutos, 23 segundos y 2 décimas y alcanza el oro en los 3 000 con obstáculos con: 9.33.6, nuevo récord olímpico (NRO). Añade plata individual a la sombra de Paavo en los 5 000. El jabalinista Jonni  Myyrá repite la alegría (62.96) y el mejor maratonista es Albin Stenroos con 2 horas, 41 minutos, 22 segundos y 6 décimas. ¡Cómo pesan los muchachos del campo y la pista en la ubicación de Finlandia en la segunda plaza del medallero entre  126 naciones: 14-13-10- En la cúspide, EE.UU. con 45-27-27. Terceros, los galos : 13-15-10.

     
Otro finés, Lethonen, vuelve a ocupar el puesto cimero en pentatlón. Hecho interesante en esta prueba: el tercer puesto, el estadounidense Robert Legendre, quiebra la primacía del planeta en salto largo al clavar los pinchos a 7 metros y 76.5 centímetros durante la lucha en esta disciplina agrupadora de cinco pruebas, suprimida del clásico desde 1932. Se reconoció como cota mundial y, sin embargo, no como olímpica. El ganador de la lid de longitud fue su coterráneo William Hubbar con 7.44. Los otros saltadores dorados: el australiano Nick Winter en triple salto (15.52, NRM), Lee Barnes  como garrochista (3.95, NRO).

El más completo, Harold Osborne (EE.UU.) al acumular 7 710.775 puntos en decatlón,. NRM aunque está por debajo de lo logrado por  el injustamente despojado de sus preseas Jim Thorpe. En salto alto, el uno también con  1.98, NRM. Su compatriota Clarence Bud Houser se llevó para la casa los triunfos en disco (46.15, NRO) y bala (14.99.5). Para el mismo país las vallas: Dan Kinsey en 110 (15) y M. Taylor en 400 (52.6). El italiano Ugo Frigerio en la cima  de nuevo en los 10 000 marcha: 47.49.Por sus 53.29metros en martillo, oro para Fred Tootell, de EE.UU. De su equipo es el más potente contrario: Matt McGrath (50.84); el vicetitular consiguió plata en 1908, triunfó en 1912 y resultó sexto en 1920.

 
En los 800, Douglas Lowe, de Inglaterra, con 1.52.4.  Jackson Scholz lanza a Charles  Paddok  al segundo peldaño en los 200 lisos con 21.6, NRO, ambos de EE.UU. En esta distancia, el británico Eric  Liddell termina tercero. No compite en la prueba reina, ganada por otro británico: Harold Abrahams (10.6, NRO) por realizarse la carrera el domingo y chocar esto con sus creencias religiosas. Se impone en los 400 al correrlos en 47.6, NRM. Abrahams finaliza sexto en los 200. Él y Liddell, con sus vidas y logros, inspiraron el magnífico filme Carrozas de fuego. Victoria de USA en los relevos con sendos récords del orbe: 41 segundos en el corto y 3.16 en el largo.

SE DESPIDEN EL TENIS Y FONST

Por contradicciones entre el COI y la Federación del Tenis, será la última presentación olímpica de dicho deporte. Volverá en 1988. En la capital de Francia sobresalen Vicent Richard y Helen Wills, ambos de EE.UU. Suecia sigue brillando en pentatlón moderno, especialidad de la que está enamorado Coubertin: obtienen el uno, dos y tres con  Bo Lindman,  Gustaf Dyrssen y Bertil Uggla. Gimnasta supremo: el yugoslavo León Stukelj.; por seleccionados, los bambinos. Bien los galos en ciclismo; Lucien Michard, amo de los mil metros.

En el debut de las esgrimistas, la danesa Helen Osiier es la primera campeona (florete). El francés Roger Ducret y su equipo, ases en dicha arma. El húngaro Sándor Posta, gana el sable; por colectivo, los italianos. En espada, el belga Charles Delporte; los galos por combinados. Ducret había obtenido bronce  en florete cuatro años atrás, ahora se agencia, amén del cetro individual y colectivo en dicha especialidad,  el oro por seleccionado como espadachín y los premios plateados en las  individuales sablistas y  de espada.

 Cuba  regresa a las magnas citas con sus esgrimistas sobre todo: Ramón Fonst, Eduardo Alonso, Ramiro Mañalich, Salvador Quesada, Osvaldo Miranda y Alfonso López. Fonst, vencido más por la edad que por los oponentes, no pasa de las semifinales, lo mejor de la mayor isla del Caribe en la justa. El resto de los participantes: Francisco Cisneros, Enrique Conill y Antonio Saavedra en las velas, dominada por los noruegos. Eliminados aquellos por las averías del yate Hatuey que les  impidieron navegar el segundo día.

Uruguay vence en fútbol con un equipazo: Scarone, Petrone, Cea, Nasazzi…;  serán, posteriormente, los primeros campeones de la Copa del Mundo. Francia, en polo acuático Triunfadores en el peso máximo de la lucha greco, libre y el boxeo: Henry Deglane (Francia), Harry Steele (USA) y Otto Von Porath (Noruega)  El más fuerte: el panadero parisino Charles Rigoulot aunque lidera los semicompletos. EE.UU domina el tiro y la lucha libre; .Finlandia, la clásica. Suecia y Holanda, equitación.

 
A la piscina. Clavados: hegemonía de Estados Unidos cuando Albert White se impone en las dos categorías  y, entre las muchachas,  Elizabeth Becker y Caroline Smith  son  la alegría grande en el trampolín y la plataforma, respectivamente. La británica Lucy Morton es la única que escapa del monopolio del Norte al encabezar los 200 de pecho con 3. 33. 2(NRO).  Ethel Lackie es la más rápida: 1.12.4. Damas dichosas en los 400 de este estilo: Martha  Norelius con 6.02.2 (NRO): en los 100 de espalda, Sybil Bauer con 1.23.2 (NRO).

La vida es la vida, lectoras y lectores, más rica que entendidos y textos, vaticinios y teorías… La estadounidense Gertrude Ederle, de 17 abriles, tenía condiciones para superiores éxitos. Una lesión en la rodilla poco antes de las competencias  y alcanza solamente, en la batalla personal, dos galardones de bronce: en los 100 y los 400 libres. En lo colectivo, una dorada por integrar el relevo 4 x 100 de la mencionada modalidad con récord del planeta incluido: 4.58.8.

Nacida en Nueva York el 23 de octubre de 1905, resultará más famosa que todas las nadadora que  refulgieron en París 1924.Gertrude Ederle fue la primera mujer que cruzó el Canal de la Mancha;  solo 5 hombres lo habían logrado antes que ella. Realizó la hazaña  el 6 de agosto de 1926 y con récord absoluto: 14 horas y 34 minutos. Se lanzó desde las costas francesas existiendo bandera roja; constante lluvia, fuertes corrientes, desvío de la ruta establecida, alrededor de 32 kilómetros, y recorrer cerca de  56.     Alrededor de tres mil personas la esperaban y la vitorearon a su arribo en Kingsdom, al sur de Inglaterra. Más de dos millones inundaron las calles de Manhattan  para homenajearla.

 
No se había relacionado con la natación por amor: el enlace comenzó con desesperación y miedo. De niña,  su familia la llevó de visita a Alemania;  se cayó en un lago. Hubo que rescatarla y juró aprender a nadar para no pasar por esa vergüenza de nuevo. Lo hizo y tan bien, que entonces sí apasionamiento… Enferma de sarampión, la audición afectada. El combate en las piscinas agigantaría el mal y quedaría sorda años después.

De 1921 a 1925, dueña de varios récords nacionales y mundiales. El problema con su rodilla no le permitió refulgencia mayor en la alberca parisina. Al año de aquel certamen, trató de vencer la travesía citada. Una equivocación de sus acompañantes- la ayudaron en el agua al creerla desmadejada cuando descansaba realmente- evitó su triunfo. La gloria y la fama la abrazarían en su segundo intento. Una caída en 1933 hizo que el médico le prohibiera practicar su deporte. A pesar de ello, recorrió una piscina seis años después en una feria internacional albergada por su ciudad. Se dedicó a enseñar a nadar en una escuela de sordos. Murió, a los 98 años de edad, el 30 de noviembre del año 2003.

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