Luis Alberto Orta e Ismael Borrero: Dos ases clásicos a tiro (+VIDEO)
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Llegar al colchón del Cerro Pelado o a la Ciudad Deportiva y ver a nuestras preselecciones nacionales de lucha entrenando a todo tren, inspira confianza. Esa que nos hace pensar en retomar la hegemonía continental en los Juegos Panamericanos de Lima.
Las proyecciones del estilo clásico, según declaraciones del entrenador principal Raúl Trujillo se concentran en alcanzar al menos tres cetros en tierras del Cuzco.
Hace cuatro años en Toronto solo Yasmany Lugo (98 kg) y Mijaín López (130) fueron capaces de imponerse, en un contexto regional de mayor rivalidad, con elencos como el de Estados Unidos y Colombia, además de individualidades de Brasil, Canadá, y Ecuador fundamentalmente, que han ganado considerablemente en calidad y poder, debido fundamentalmente a la inserción de sus principales figuras en certámenes o Ligas de países europeos.
En ese sentido los nuestros poseen la experiencia de la Bundesliga alemana, con el propio Mijaín como pionero, además de la más reciente incursión de Oscar Pino (130 kg) y Luis Alberto Orta (60). A ellos podemos adicionarles la corta experiencia de Lugo en China.
A propósito el propio Trujillo señaló: “La lucha greco exige ahora fuerza y búsqueda de puntos en el combate de pie. Conjugar ese empuje constante y el control de las extremidades superiores del oponente para luego iniciar una acción eficaz, es determinante. Luego está el trabajo en los cuatro puntos. La mayoría de nuestros luchadores son buenos desbalanceadores, pero en ocasiones pierden potencia por no concretar bien un halón o no desarrollar técnicamente el movimiento, sobre todo al cambiar la dirección del mismo para burlar la defensa de su adversario”.
Visto el panorama y tras sus respectivos cetros en el recién finalizado Internacional Granma, Cubasí dialogó con Orta y el as olímpico de Río 2016, Ismael Borrero (67).
Las perspectivas de ambos son diferentes: Orta, amén de no aparecer entre los 16 primeros de su división, comandada por el ruso Sergey Emelin, ha experimentado un crecimiento considerable desde el 2017 a la fecha. Su designación como novato del año en el 2018, sumado a su cetro en Barranquilla y la experiencia en suelo germano, han redondeado sus capacidades. Se erige como primera figura de una división bien cruenta, con Javier Duménico, Kevin de Armas y Janier Almenares como principales escollos domésticos.
Borrero tampoco marcha entre los punteros de su escalafón divisional, liderado por el también ruso Artem Surkov, se coloca lucha contra su nueva categoría de peso (67 kg), más bien por establecerse en la élite de ella y estar a la altura de su palmarés del ciclo precedente en los 59. Sucede que el santiaguero siempre ha sido en extremo exigente consigo mismo, y es del criterio que uno tiene que proponerse ser el mejor en lo que haga.
Sin más dilación, sus declaraciones:
Orta: “No veo ningún combate fácil. Acá la rivalidad con mis coequiperos, especialmente con el experimentado Javier Duménico es bien fuerte. Soy un luchador alto para los 60 kg, que posee extremidades largas para esta división y eso me ayuda un poco a controlar mejor los brazos de mis oponentes para iniciar las acciones, pero también eso puede atentar a la hora de realizar el peso. por suerte no he tenido dificultades con eso hasta ahora. Además la preparación física y disciplina técnico-táctica constituyen otros fuertes.
La experiencia en el Mundial de Budapest (un triunfo y un fracaso en cuartos de final), sumado al régimen y fogueo de la Bundesliga me hacen sentirme más seguro, más completo en mi estilo de pelea y ejecución de acciones, más ecuánime a la hora de seguir la estrategia técnica.
En Alemania te enfrentas a luchadores de excelente nivel, en su mayoría europeos, tienes que ser muy riguroso con la alimentación y el peso, pues el pesaje es media hora antes de combatir. Todo eso ha contribuido a mi crecimiento como gladiador.
Sé que los Juegos Panamericanos serán un torneo bien complicado, como también el Panamericano del deporte en Buenos Aires, pero siempre salgo al colchón pensando en que me mediré a un medallista o campeón mundial, para tratar de hacerlo todo al detalle. Busco la perfección y eso hasta ahora me ha dado resultado”, señaló el capitalino que tiene en el desbalance, desde la posición de cuatro puntos uno de sus principales recursos ofensivos, como parte de su trabajo cotidiano con Leonel Pérez, quien le asesora los componentes técnicos de manera personalizada, aunque confieza que se adapta a las circunstancias de cada combate.
"Ansío aportarle a Cuba una medalla Mundial, clasificar a Tokio y alzar mi bandera en lo más alto del podio de los Panamericanos de Lima. Estoy trabajando muy fuerte para conseguirlo", sentenció.
Borrero: “Hasta ahora me siento inconforme con mi rendimiento en los 67 kg. El año 2018 pude imponerme en Barranquilla, pero las demostraciones al máximo nivel no fueron las que hubiese querido. No es sencillo adaptarte a una nueva división aun cuando técnicamente eres un luchador de recursos.
Acá para tirar o realizar cualquier movimiento con efectividad necesitas combinar la técnica con fuerza y explosividad. Siento que todavía no he alcanzado los niveles de fuerza idóneos y sobre ello estoy trabajando con seriedad. Complementándolo con ejercicios para elevar la resistencia de la fuerza y otras capacidades que me permitan mantener un nivel parejo en los dos periodos de combate. Administrarme mejor, ganar en preparación de acciones, controlar a rivales que desde el mismo comienzo del combate te exigen más…
He afrontado algunas irregularidades también debido a que mi mamá tuvo problemas de salud y eso se convirtió en una lógica prioridad. Ya está mejor por suerte, y en lo adelante pienso ponerme de a lleno nuevamente para la lucha. A ver si en el Mundial puedo tener un rendimiento que me permita clasificar s los Juegos Olímpicos de Tokio y luego allí buscar mi segunda medalla.
Lima será un buen medidor previo para ver cómo llego y si en definitiva me siento fuerte, más seguro de mí. No quiero ni me permitiré que se repita lo de Toronto”.
Realidades de dos de los principales gladiadores del estilo grecorromano, ambos con perspectivas de imponerse en Lima. Si me preguntaran, igualmente apostaría por Daniel Gregorich (86), y Mijaín López u Oscar Pino en los 130 como posibles reyes en el Cuzco.
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