Un jugador ha sido referente para el equipo de Las Tunas en los últimos lustros: el incombustible Danel Castro Muñagorri. Su estampa pequeña y fornida, su calidad, es faro y guía de los Leñadores.

El bateador designado de la tropa dirigida por Pablo Civil, coronada en la 58 Serie Nacional, forma parte indisoluble de la historia del béisbol cubano.

Aunque ya había conseguido el título con Villa Clara en 2013, anhelaba este premio con los suyos. La Pantera de Manatí, como le llaman en el terruño, se dosificó bien durante esta campaña y mantuvo excelentes resultados hasta el final.

Si tuvieras que hacer un balance de la campaña…

En la primera etapa jugué poco. En la segunda más. Estuve centrado en impulsar las carreras que significaban empate o ventaja, y salieron resultados que aportaron al equipo. Cumplí con mi función de tercer bate.

Has ponderado a este conjunto por encima de otras selecciones tuneras…

Habíamos tenido buenos equipos, con excelentes bateadores como Osmani Urrutia y Joan Carlos Pedroso, pero faltaba pitcheo y defensa. Ahora se han consolidado los tres renglones de juego. Aprendimos también a jugar a estadio lleno. Los muchachos han madurado y se ven más tranquilos. Ahí han estado las claves del éxito.

La velocidad en función de la ofensiva ha sido otro de los factores claves de los Leñadores….

El enganche de Andrés Quiala con Yuniesky Larduet y Jorge Yhonson es importante a la hora de fabricar carreras. Para la tanda fuerte resulta vital que ellos lleguen a las almohadillas. Cuando sucede el trabajo se hizo más fácil para Yosvany Alarcón, los refuerzos Alexander Ayala y Jorge Enrique Alomá, y para mí por supuesto.

¿En qué se basa ese reconocimiento que todo el equipo tunero te predica?

Respeto mucho a mis compañeros. No porque sea el mayor, ni el de mayor jerarquía. Soy un hombre que no habla en los mítines. La voz la tienen el sicólogo y el director. Trato simplemente de hacer las cosas bien en el terreno. Eso ha llevado a que los muchachos me quieran y siempre estén al lado mío en los buenos y malos momentos.

Por fin llegó el anhelado título con Las Tunas…

Es lo más grande de mi carrera deportiva. Lo deseé toda la vida. Gané con Villa Clara en 2013, pero la sensación no es la misma. Ganar con tu provincia, a la que le has dedicado toda tu vida deportiva es lo máximo.

¿Se retira Danel Castro?

Pensaré sobre el retiro. Podemos llegar a algún arreglo con las autoridades beisboleras de la provincia, porque no estoy acabado. Todavía rindo como algunos peloteros jóvenes. El entrenamiento para un jugador de 42 años es más fuerte, pero esperaré para tomar la decisión.

El número uno de Las Tunas, el hombre del bailecito en los grandes momentos, el alma del conjunto tunero, merecía este título que corona su brillante carrera deportiva.

Ahora enfila hacia la Serie del Caribe de Barquisimeto, consciente de que allí puede aportar por su experiencia y probada calidad.