El twitter del Presidente cubano (+ Video)
especiales
Había prometido en el pasado X Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba, el 14 de julio último, que antes de terminar el año estaría en Twitter, y lo cumplió.
Pero no eligió fortuitamente un día para iniciar su cuenta @DiazCanelB, sino precisamente este 10 de Octubre. Es una decisión que contiene símbolos y mensajes no escritos, pero al alcance de todo buen entendedor, ese que necesita pocas palabras:
Si el 10 de Octubre de 1868 fue el inicio de un batallar independentista cuyo legado libertario el propio presidente ayer ratificó continuar, su inscripción en Twitter es precisamente una de las maneras de dar continuidad a esa lucha que no cesa por una Cuba cada vez mejor.
«...Nunca fue tan retador y desafiante el panorama mediático», también había comentado Díaz-Canel en el Congreso de los periodistas, y ante tal escenario, qué mejor opción que responder a los retadores empleando las nuevas tecnologías, los medios que ellos privilegian en este terreno ya no tan nuevo.
Pero si bien no fueron creadas en la orilla de los desposeídos de este mundo, tampoco en el bando de los que aman y construyen ha sido imposible constreñirlas, y hoy constituyen también un valioso arsenal para estos últimos.
Los jóvenes de todo el mundo parecen hablarse más por canales virtuales que frente a frente, y los de Cuba se empeñan por no ser excepción.
El presidente cubano lo sabe y son muchos los espacios donde ha abogado, en su aún corto período de mandato, por el buen uso de esas nuevas tecnologías y la informatización de la sociedad.
Si la Política de Comunicación, anunciada en el mencionado Congreso de la UPEC, «declara a la comunicación como recurso estratégico de la dirección del Estado y el gobierno», según detalló el presidente en su discurso ante los periodistas, su estreno en Twitter precisamente inaugura, desde la más alta instancia de dirección en Cuba, una nueva modalidad dentro de esa necesaria estrategia.
No ha sido el primer mandatario del orbe en emplearla, pero sí el de más alto rango que lo hace de modo oficial en esta Antilla Mayor.
Y como justamente es desde su condición de cubano que Díaz-Canel tuitea, junto a la imagen de la campana de Céspedes —hoy repicando tan claro como hace siglo y medio—, su cuenta la encabeza la frase «Somos Cuba».
Para que no quedaran dudas, durante el discurso en La Demajagua, el también tuitero precisaba: «Somos Cuba decimos otra vez al invocar al más bravo de los guerreros, al mestizo, hijo de león y leona, que no se conformó con las glorias del jefe mambí más temido por sus adversarios...».
Así que por sus tuits han de correr los ímpetus de defensa a la dignidad humana y también el coraje de Maceo. De seguro, a todos los colores de Cuba hablará desde la red social el presidente porque «negros, mulatos y mestizos le hacen tanta falta al país de nuestro futuro como le dieron gloria al país de nuestro honroso pasado», decía.
A medida que la informatización de la sociedad avance y junto a las zonas wifi, el Nauta Hogar y las otras variantes, se expanda también el uso de la 3G desde los celulares, será un aprendizaje recíproco esa nueva interacción, porque tampoco los ciudadanos tenemos tal costumbre. Durante años, nos entrenamos sobre todo en ver y escuchar por la televisión y la radio a Fidel, ese líder histórico que a veces, casi semanalmente, nos explicaba los por qué y los cómo.
Pero contar con un presidente que también tuitea es disponer de una variante más para empoderar al pueblo, ese que realmente ha de gobernar. Y para hacerlo, necesita estar bien informado, entrenado en decidir, enjuiciar, proponer y criticar sin miedos o paños tibios.
Quizás el twitter presidencial hasta marque un punto de giro al ejercicio de la prensa cubana. No porque haya que andar a la carrera y sofocados reportando con pelos y señales cada uno de los movimientos que el líder refleja en su cuenta. En definitiva, eso es parte de su trabajo y para ello fue elegido.
La prensa, quizás impulsada por la autenticidad de los tuits, pueda liberarse de algunos lastres y almidones que hoy la llevan más a ras del deber ser que al ritmo de lo que en verdad acontece —y no porque sus profesionales sean incapaces de conseguirlo.
En definitiva, gracias a esta novedad, los cubanos todos sabremos más, sin intermediarios, del pensar y actuar de nuestro presidente, y, a la vez, como pueblo, le haremos saber —también sin intermediarios— de nuestros pensamientos, propuestas, aspiraciones, alegrías, disgustos...
Porque se le ha visto al presidente recorrer muy variados puntos de la geografía insular e intercambiar con los habitantes, escuchando, tomando nota. Ahora, desde el celular o el tablet, igual se comunicará con aquellos a quienes se debe.
Dicha sinergia podrá ser un tanto bien importante a favor de la unidad, esa que igual alienta en el «Somos Cuba» identificativo del twitter presidencial, cuyo mensaje de estreno no por gusto recuerda «Estamos en #LaDemajagua, el lugar donde con mayor suma de sentimientos patrios #SomosCuba y #SomosContinuidad».
Añadir nuevo comentario