El también diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular afirmó a Prensa Latina que ese hecho, ocurrido el 6 de octubre de 1976, mostró el doble estándar que aplica el Gobierno de Estados Unidos con respecto al terrorismo.

Aseguró que los familiares de las 73 víctimas de ese acto terrorista viven bajo la sombra de la injusticia, pues los responsables intelectuales, Orlando Bosch y Luis Posada Carriles, terminaron sus vidas naturalmente en Estados Unidos sin pagar por sus crímenes.

Opinó que, además de rendir tributo a los fallecidos, esta fecha debe ser una oportunidad para alertar la propagación que ha tenido este tipo de acciones en el mundo, incluso en países donde nunca existieron.

González consideró que tras los atentados del 11 de septiembre del 2001 en las Torres Gemelas de la ciudad de Nueva York, el Gobierno estadounidense desaprovechó una oportunidad para contribuir a aunar el esfuerzo mundial en torno a la lucha contra el terrorismo.

Señaló que a raíz del sentimiento genuino de solidaridad con el pueblo norteamericano que se generó a nivel global, las autoridades pudieron buscar mecanismos de cooperación a través de la Organización de Naciones Unidas y de otras instancias para cortar el financiamiento a las organizaciones terroristas y enfrentarlas desde el multilateralismo.

Sin embargo, acotó, lo que hizo Washington fue desatar una campaña con viso de venganza con el resultado de la multiplicación de las organizaciones que utilizan este tipo de herramienta criminal para lograr sus objetivos.

Al final, estas herramientas le hacen el juego al imperialismo, enfatizó.