Rusia 2018: Suecia saca la cara a la hora buena
especiales
Llevaban cinco enfrenamientos internacionales igualando en el marcador, pero en Mundiales los suecos poseen la fórmula para imponerse. Hablamos de un elenco nórdico que exhibe un tercer puesto en la historia de la lid y que se impuso 1-0 a Sudcorea para poner literalmente ardiendo el grupo F.
El choque tuvo cauces rocosos, con dos onces bien plantados en defensa, duelo campal en el medio campo y pocos espacios para generar ocasiones de gol. Tamaña fue la madeja de piernas que se cometieron 44 faltas, a razón de 22 por los asiáticos y 20 por los nórdicos.
Pese a ello, en las estadísticas globales los nórdicos dispararon 15 veces a puerta por cinco sus rivales asiáticos. Sin embargo, el penal, tercero que llega de siete decretados por la vía del VAR (video arbitral) marcó la ruta goleadora de Suecia, cuando un balón en el área fue ganado por un delantero sueco y marcada la pena máxima. De anidarla con sangre fría se encargaría el capitán Granqvist. Corría el 65.
Los suecos hasta ese instante controlaban el esférico, a la vez que se mostraban más eficaces con los pases creación de jugadas desde el medio sector y en cambio los tigres asiáticos dependían de largos pases por las bandas que a veces no encontraban su real desino entre sus arietes ofensivos.
Esa fue la tónica general del choque, aunque hacia el minuto 80 los europeos se replegaron en defensa y le cedieron el control de la Telstar-18 a sus rivales. De hecho, casi se produce la igualada, cuando hacia el 88 el delantero Chawng colocó un remate de cabeza ligeramente desviado sobre el palo izquierdo cruzado del arquero sueco.
Pero la suerte estaba echada. El marcador se mantuvo inalterable, los nórdicos festejaron otra sonrisa en Copas Mundiales, y de paso pusieron al rojo vivo la clasificación en el grupo F, donde México sorpresivamente desbancó a la archifavorita Alemania con la misma pizarra.
Factores X
1- La experiencia de los suecos en estas lides, acompañado de su capacidad resolutiva.
2- La ausencia de un goleador en las filas sudcoreanas, capaz de ingeniarse una jugada individual o de definir una situación de gol como la que generaron en el 88.
3- Los balonazos desesperados de los asiáticos en los primeros 60 minutos como principal recurso ofensivo.
4- La disposición sueca en todo momento para buscar el desenlace favorable, sin esa magia en sus botines, pero siempre con algún recurso.
Así, la llave se pone al rojo vivo, pues ahora abrazados en la cima se hallan suecos y mexicanos con una sonrisa y tres puntos. Por lo expresado en la cancha, siendo objetivos, no creo que ni los sudcoreanos, ni los suecos puedan imponerse a México y Alemania, pero eso habrá que esperar para saberlo.
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