Mientras el cariño, la unidad, la comprensión y la armonía tengan reservado su asiento en el convite, el éxito queda garantizado. Pero si, además, hay sus cositas «para picar», su traguito para brindar, pues mejor.

Los cubanos nos lo hemos ganado y en el país, a pesar de las serias dificultades económicas, se despliegan iniciativas para garantizar, al menos, los insumos elementales, así como variadas opciones recreativas.

En La Habana, por ejemplo, la red de pizzerías y restaurantes brindará este fin de año ofertas gastronómicas para llevar o consumir en los locales.

alt
Alimentos ya cocinados son algunas de las opciones que pueden encontrarse en el capitalino bulevar de San Rafael. Foto: Oscar Alfonso Sosa/ACN

Con miras a los pasados días 24 y 25, la Empresa Provincial de Restaurantes de La Habana puso a disposición de los clientes cenas especiales, que igual estarán disponibles para este 31 con un menú variado en el que se incluyen pollo, cerdo asado al jugo y jamón, pavo, conejo, paellas y platos del mar.

Además, venderán carne de cerdo y otros cárnicos, en tanto 46 de los llamados Mercados Ideales ofertarán estuches de productos alimenticios, bebidas y otros, con precio mínimo de 50 pesos en moneda nacional.

Para este 30 de diciembre se anuncia en la capital una Feria Agropecuaria, Gastronómica y Comercial, como parte de las alternativas previstas para el cierre del año y el advenimiento de un nuevo aniversario de la Revolución.

En ese sentido, Radio Reloj informaba en su sitio digital que, desde temprano, en los municipios de Plaza de la Revolución, Playa y Diez de Octubre, diferentes unidades productivas comercializarán una amplia variedad de surtidos que incluyen viandas, hortalizas, granos, cítricos, frutas, carnes de cerdo, ovina, caprina, conejos, gallinas criollas, huevos de gallina y de codorniz, carbón vegetal, productos procesados y conservas.

Por su parte, a partir del miércoles, se incrementarán las ofertas en los Mercados Agropecuarios Estatales con yuca, hortalizas de hojas, y una parte de tomate, así como de boniato, malanga, y en menor cuantía, plátano fruta y burro.

Santiago de Cuba ha tomado la delantera y desde principios de este mes, según da a conocer el colega Carlos Sanabria Marrero, de Radio Rebelde, importantes calles y avenidas de esa ciudad acogen carpas comerciales donde se expenden muy variados productos.

alt
En Santiago de Cuba, los mercados están bien abastecidos de viandas y frutas. Foto: Carlos Sanabria/Radio Rebelde

Participan, entre otros organismos, informa Sanabria, la Agricultura, el Comercio y la Gastronomía Popular y Especializada, las empresas de la alimentación, lácteos, pesca, avícola, porcino, la Cadena Cubana del Pan, las industrias locales, Materiales de la Construcción, Acopio, y Servicios Técnicos, Personales y del Hogar.

En consecuencia, en la oriental ciudad pueden adquirirse desde variedades de comida criolla para consumir o llevar, hasta pollo, pavo, ovejo, conejo, productos del mar, cerdo vivo, asado o crudo en bandas o porciones de piernas y lomos, con precios controlados por el estado que van desde los 17 a 25 pesos en Moneda Nacional, según la parte del puerco que se adquiera.

También allí están a la venta diferentes tipos de néctares y jugos naturales de frutas enlatados, conservas, dulces finos, panes, galletas dulces y saladitas, refrescos, cervezas, rones, vinos, comercializándose también tanques para almacenar agua de diferentes medidas, mosaicos, baldosas, herrajes sanitarios y variedades de artículos útiles para el hogar.

Hasta el propio domingo 31, los santiagueros contarán con megas ferias agropecuarias en los nueve municipios de la provincia, y los precios serán los establecidos por el gobierno de cada territorio y fiscalizados por sus respetivos cuerpos de inspectores.

Esta última aclaración podría tener tela por donde cortar, no ya para Santiago de Cuba sino para algunas ferias locales ya realizadas y otras por llegar en diferentes regiones del país.

Sucede que una feria no debería equivaler a sacar los mismos productos de anaqueles y vidrieras, con iguales precios, y ubicarlos en tarimas al aire libre. Mucho menos debería entenderse como una oportunidad para intentar “mover” mercancías de lenta rotación, algo así como limpiar el closet.

Tampoco esas ferias, tan esperadas y bienvenidas por la población en la mayoría de los casos, deberían ser la oportunidad para que acaparadores y revendedores engorden sus bolsillos a la vez que motivan el disgusto de aquellos que no alcanzaron lo que querían porque ellos compraron al por mayor.

Aunque no existan regulaciones en cuanto a la cantidad de mercancías a comprar, el sentido común y la lógica deberían asistir en ese sentido a vendedores, inspectores y cuanto personal se encargue de la organización y control de estas opciones para evitar que lo concebido para el bien de todos se convierta en beneficio de unos pocos y disgusto de muchos.

En cuanto a los precios, vale de nuevo volver sobre el tema porque al escribir estas líneas, faltando cinco días para que termine el año, pueden encontrarse en algunos puntos de Plaza de la Revolución, productos con precios escandalosos como el pimiento o la cebolla a 15 pesos la libra, en tanto el plátano macho se vendía a tres pesos cada uno.

Está claro que no todos los precios son iguales en todas partes, depende de la modalidad de venta, de si es un mercado agropecuario estatal, del EJT, de oferta y demanda, de trabajadores por cuenta propia, un punto de venta, una placita de una cooperativa...

Pero en todas, en todas partes, a estas alturas está claro que una libra de pimiento a 15 a 20 pesos solo mueve a indignación.

Y además, ello contrasta con el esfuerzo que hacen muchos para paliar los malos tragos que nos dejó este año que termina, entre ellos, no puede olvidarse a Irma y sus terribles estragos en la agricultura, por ejemplo.

No solo en La Habana y Santiago, mencionadas en este texto, se multiplican las alternativas para el consumo de fin de año. En todos los territorios del país, a instancias provinciales, municipales y locales se hacen esfuerzos.

Pero no es solo en el ámbito de la gastronomía y de los productos para la alimentación y de la industria que las iniciativas tienen lugar. También en el orden de la recreación habrá opciones para gustos variados porque hay quienes deciden pasar el fin de año en su hogar, pero otros prefieren salir de casa a divertirse y festejar en espacios públicos.

Para estos últimos han sido diseñadas alternativas musicales diversas, incluyendo la presentación de las bandas de conciertos de los territorios, en particular el día 30, así como bailables populares en las plazas de todas las provincias y municipios del país.

Complejos recreativos y parques infantiles como Jalisco Park y Nené Traviesa, en el Vedado capitalino, o la Isla del Coco, en Playa, colorean sus fines de semana con la presentación de magos y payasos, así como con juegos de participación.

Para los cubanos que optan por despedir el año en contacto con la naturaleza, la Empresa de Campismo Popular también ha puesto sus iniciativas en acción con propuestas especiales para la recreación y la gastronomía.

El campismo popular es otra alternativa para pasar el fin de año junto a la naturaleza. Foto: Internet.

En Villa Clara, por ejemplo, todas las instalaciones de ese tipo incluirán ofertas de cenas especiales entre el 29 de diciembre y el 1ro de enero. Asimismo, habrá espacios reservados para reuniones familiares o entre amigos.

En la más occidental de las provincias cubanas, el campismo ha previsto también sus diseños para fin de año, particularmente en Dos Hermanas y Aguas Claras, entre las instalaciones más gustadas.

En general, cubanas y cubanos de todas las edades y ocupaciones se alistan, no pocos jaba en mano, entre alegrías, colas, reservaciones y compras varias, a festejar lo hecho y a recibir el año nuevo lleno de cosas por hacer, convencidos de que será una celebración que nos merecemos.