Galeano: «Esta es la crisis de un sistema que pide a gritos ser cambiado»
especiales
Recién llegado de la Feria del Libro de Buenos Aires y adaptándose al huso horario español, el uruguayo Eduardo Galeano inicia en Barcelona una gira por varias ciudades del Estado para presentar su último libro, Los hijos de los días, en el que demuestra que cada día tiene una historia que contar.
En una entrevista con Efe, Galeano también ha reflexionado hoy sobre el momento actual, de «crisis universal, de un sistema que está pidiendo a gritos ser cambiado y que su lugar lo ocupe otro que no esté organizado en contra de la gente», ha dicho.
A su juicio, se suelen leer las crisis en términos económicos, «pero van más allá», y pone como ejemplo que está aterrado por «lo que está ocurriendo en Grecia con el suicidio, puesto que de contar con una de las tasas más bajas, en los últimos meses se ha incrementado en un 40 por ciento».
El escritor sostiene que, además, «lo peor es que se está recompensando a los que la iniciaron».
Preguntado sobre si tiene alguna fórmula para solucionar el problema, subraya que desconfía «de los que dicen tener una receta mágica, porque será la realidad la que nos dirá hacia dónde quiere ir».
«Lo mejor que tiene la historia humana -prosigue- es su capacidad de sorpresa, la presencia de lo inesperado. A veces ocurren cosas terribles, pero también hay latidos de esperanza, lo que yo llamo los soles que hay en la noche escondida, que no se ven, pero que, de golpe, iluminan los caminos».
De la misma manera, las palabras ofrecen luz a cada uno de los días del año en su nuevo Los hijos de los días, publicado por Siglo XXI, y que dice es primo hermano de su anterior El espejo.
Lo estructura siguiendo el calendario romano, de 365 días, más el 29 de febrero, el que más le costó armar.
Remarca Galeano (Montevideo, 1940) que el título proviene de una enseñanza que aprendió visitando antiguas comunidades mayas y viendo que «todos somos hijos de los días y que es el tiempo el fundador del espacio».
Por ello, sostiene, «no es nada raro que de cada día brote una historia» y agrega: «Aunque los científicos digan que estamos hechos de átomos, un pajarito me contó una vez que estábamos hechos de historias».
Escrito once veces «de cabo a rabo», este «libro libre», en el que tanto aparecen Adán y Eva, como Barack Obama o el movimiento de los «indignados», del que dice ser «un fervoroso partidario», va ofreciendo pequeños relatos por cada día del año, huyendo «de la inflación "palabraria"», que le preocupa más que la monetaria.
En este sentido, el también periodista rememora sus encuentros de joven con Juan Carlos Onetti y una frase que le regaló y que le ha marcado para el resto de su vida. «Onetti, que siempre me recibió con mucha paciencia y que era muy mentiroso, invocaba sus frases atribuyéndolas a los antiguos y la que a mí más me marcó fue: "las únicas palabras que merecen existir son las palabras mejores que el silencio", que dijo procedía de los chinos».
Es por este motivo, que su última obra tuvo varias versiones, desapareciendo del texto final «una cantidad enorme de palabras que no eran mejores que el silencio».
Respecto a las muchas historias que cuenta, asevera que no se puede quejar del regalo que la «Divina Providencia» le envió. «Las historias vinieron a mí, fueron generosas conmigo. Toc, toc, me golpearon en el hombro y en la espalda y me dijeron: cuéntame, que vale la pena».
Durante la conversación, Eduardo Galeano, que en los próximos días viajará a Córdoba, Granada, Sevilla, Madrid, Bilbao, San Sebastián, Santiago de Compostela y Orense, también se detiene en el fenómeno Messi, «no solo por el placer que da a los ojos cuando juega, sino porque siendo el mejor jugador del mundo es como que no está enterado». «Messi no se cree a Messi», apostilla.
A su juicio, es un jugador que desafía las leyes de la física y arguye que mientras «Maradona llevaba la pelota atada al pie, Messi la lleva dentro del pie, lo que provoca que nadie se la pueda sacar».
Añadir nuevo comentario