Liván López, nuevo ciclo con las mismas ganas

Liván López es uno de los veteranos de la escuadra cubana de lucha libre. Uno de esos gladiadores que deberán demostrar, sobre todo este mismo año, que tiene gasolina para llegar con todas sus energías a los Juegos Olímpicos de Tokío-2020, en la que sería su tercera cita estival.

Para él, está claro que debe convencer a todos de que no ha perdido la calidad y maestría que lo llevó a encaramarse en podios mundiales y olímpicos, como confesó a CubaSí:

«Lo más importante es dar un buen espectáculo y dar lo mejor de mí. Los torneos internacionales siempre son útiles. Por ejemplo, en el Cerro Pelado, en la semifinal contra el estadounidense yo pensé que ya había acabado con él porque tenía una buena ventaja, pero marcó dos puntos y me descoordiné en la táctica. Él supo aprovecharlo para marcarme cuatro puntos más, pero gracias a Dios me volví a reencontrar y supe ganar. Son experiencias que siempre te aportan, aunque lleves 20 años luchando».

¿Cómo enfrentas este nuevo ciclo olímpico?

«Este ciclo lo enfrento con la misma hambre y ganas de triunfo del anterior. En el peso estoy bien asentado, y el trabajo ahora está enfocado sobre todo en la defensa de las piernas, que fue el déficit fundamental en el ciclo pasado, porque al pesar un poquito más me cuesta más trabajo en el tema de la reacción. En cuanto a fuerza, me siento parejo con todos los demás».

¿De qué te sirvió haber estado en la Liga india?

«En la India tuve una experiencia muy grata. Quisiera tener otra oportunidad para mejorar mi preparación, porque allá se entrena muy bien. En sentido general sería muy bueno para todos los luchadores cubanos. De 54 a 84 kilogramos, son los mejores rivales que un cubano pudiera tener: fuertes y exigentes. Se compite de manera similar a la Liga alemana, pero en la India se pelea dos veces a la semana, y por eso en casi un mes termina el torneo. Yo gané todos mis combates el año que estuve y terminamos en segundo lugar, pero no supe este año como quedó el club».

¿Listo para llegar a Tokío?

«Seguro que sí. Todavía me quedan ganas para más».