Morenas del Caribe: recordar desde la alegría
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Aunque a sus ojos asoman lágrimas sentidas Mireya Luis, Regla Torres y Zoila Barros coinciden en opinar que no habrá mejor manera de recordar a Fidel que desde la alegría.
Estas integrantes de los mejores equipos del voleibol cubano guardan innumerables recuerdos del hombre que inspiró como nadie sus muchos triunfos, y por ello insisten en asociarlo a una sonrisa.
«Siento un profundo dolor, pero no queremos estar tristes, particularmente quiero recordarlo con alegría, porque nos dio tanta energía que no concibo evocarle triste, sino como la persona que nos regaló tanta felicidad, nos propició momentos tan significativos y nos hizo sentir importantes», dice una emocionada Mireya.
Ella tiene como tesoros muchas vivencias vinculadas al mayor impulsor del deporte cubano, pues disfrutó de sus consejos y su preocupación por formar personas de bien.
«Quisiera que su legado esté por siempre en nosotros, en los jóvenes y en el movimiento deportivo cubano. Que sea para toda la vida y sé que así sucederá», sostiene la triple campeona olímpica y ahora directiva de la federación de casa.
Para ella el mayor compromiso impone el reto de mantener lo logrado y aspirar a elevar el prestigio con que se reconoce a Cuba.
«Fidel es una personalidad con una capacidad infinita y tenemos que proponernos cosas superiores, así que se impone que le recordemos y le honremos con mucha fuerza, sobre todo con mucha inteligencia, mucha organización y disciplina.
»Siempre tener en cuenta que él, sobre todo, deseaba hombres útiles, inteligentes, con capacidad y mucho patriotismo, que defiendan con honor los colores de la patria», enfatiza.
Para su compañera Regla también es momento de corresponder a lo que significó para todos, especialmente para los deportistas de esta pequeña isla capaz de forjar resultados insospechados en todos los frentes.
«Lo pienso con alegría, porque sé que significó mucho para el movimiento deportivo cubano, como su impulsor y seguidor número uno. Así que debemos recordarlo felices, hizo mucho por nosotros y todo el pueblo lo sabe», acota esta otra de las excepcionales mujeres triple doradas bajo los cinco aros.
Convocada a evocar alguna anécdota en particular, la hoy entrenadora no duda en rescatar desde la distancia la cita de Barcelona 1992, cuando por primera vez fue regular en el sexteto antillano y a su regreso recibió elogios directos del líder, aunque este dijo al técnico Eugenio George “A esa, la más jovencita, tienes que ponerla a hacer por lo menos mil saques al día porque fallaba mucho y eso me pone muy nervioso”.
Zoila asegura «amarlo con locura», le llama «mi ídolo» y desde el «privilegio que me brindó la vida al conocerlo personalmente» habla ahora:
«Realmente estamos inmersos en un gran dolor, pero a la vez nos acompaña la convicción de que vamos a recordar a ese grande de siempre con mucha felicidad, porque nos inculcó, nos educó, nos supo guiar por muchísimo tiempo. Además estará siempre en nuestros corazones. Fidel es y será un grande al que amamos y amaremos por siempre.»
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