Jorge Luis Barcelán: Hice lo que pude en Series Nacionales
especiales
El de Jorge Luis Barcelán es uno de esos casos en los que uno siente que está en presencia de un pelotero que pudo dar mucho más en los diamantes, pero las lesiones le jugaron más de una mala pasada.
Ya fuera de nuestras Series Nacionales a pesar de tener solamente 34 años, “El Torito” se caracterizó por su fuerza al bate y su entrega a todas las camisetas que defendió durante 13 campañas.
Internacional con el equipo Cuba desde las categorías infantiles, cuando llegó a la elite llamó la atención con los desaparecidos Metropolitanos, con los cuales tuvo sobre todo un par de buenas temporadas: la 2009-2010 (300 de average, con 10 dobles y cuatro jonrones) y la 2010-2011 (.357, con 47 anotadas, 70 remolques , 11 cuadrangulares y líder en tubeyes con 32).
Luego comenzaron a aparecer las lesiones y tras la eliminación de Metros le costó hacer la nómina de Industriales, por lo cual jugó con Mayabeque y de refuerzo con Isla de la Juventud. Cerró con buenos números en la 54 Serie con los isleños (.307, .431 de OBP, .502 de sluggin, 43 anotadas, 20 biangulares, nueve bambinazos y 46 remolcados) y en la 57 con los mayabequenses (.336 de average, seis estacazos y 34 impulsadas en 74 partidos jugados).
Tras concluir su actuación en nuestros clásicos domésticos, los tres últimos años incursionó en la Serie A de Italia con el club BBC Grosseto Spirulina Becagli, siempre compilando por encima de .400.
En exclusiva para Cubasí, “El Torito” hizo un balance de su carrera:
“Siempre intenté dar el ciento por ciento dentro y fuera del terreno aunque no fuera el más talentoso. Estoy contento de cada resultado que tuve pero las lesiones me golpearon mucho desde niño. Las dos veces que pude hacer equipo Cuba tuve lesiones, llegué a estar en la bolsa para el Clásico Mundial de 2013 y en ese momento tuve fracturas de la tibia y el peroné, y me salió una hernia discal en 2015, cuando me habían pedido de refuerzo para Granma.”
¿Cuáles recuerdas como tus mejores momentos?
“Fui segundo de los bateadores en los Juegos del ALBA de 2011 y tuve otros momentos muy felices, pero para mí el más importante vino relacionado con la fatalidad. Con la doble fractura se llegó a pensar que no podría jugar más, tuve varillas puestas más de siete meses.
“Ese año 2013 Industriales estaba pasando por un mal momento ofensivo y yo estaba con las varillas sufriendo porque no podía aportar. Me mantenía bateando chapitas en la casa con un palo de escoba con mi papá. Nunca dejé de entrenar a la espera de que se me diera la oportunidad. Cuando me quitaron las varillas iba dos veces al Changa y bateaba un poco. Lázaro Vargas y Wilber de Armas me vieron un día y me preguntaron si podía volver. Yo ni siquiera había corrido todavía y ya la Serie iba por la mitad, pero me vieron al otro día y a la siguiente semana ya estaba en el equipo.
“Yo solo soñaba con dar jonrón en ese primer turno cuando volviera al Latino. Esa primera vez fallé, pero igual los aficionados me aplaudieron y nunca lo olvidaré. El jonrón fue en el siguiente turno contra el zurdo estelarísimo de la antigua Habana Yulieski González, por la banda contraria. Por eso digo que fue el momento más feliz de mi carrera.
“El segundo lugar con la Isla de la Juventud en 2015 también me hizo muy feliz. Entregué todo lo que pude en las 13 Series Nacionales que jugué, siempre con la voluntad de dar el máximo. Me caí muchas veces, y también me levanté muchas veces.”
“Desde pequeño jugué tercera base, pero cuando me piden de refuerzo en la Isla ahí estaba Michel Enríquez y me preguntaron si podía jugar en los jardines. Les dije que si era para jugar de regular podían contar conmigo y ellos me dijeron que me despreocupara de la defensa, que querían mi ayuda en la ofensiva. El primer día contra Pinar del Río en el izquierdo, de noche, dieron un batazo pegado a la raya y lo cogí con el guante casi en la tierra. Terminé con un solo error que fue en el Victoria de Matanzas, que tiene un desnivel y la bola se me levantó y se me fue hacia atrás.”
Cuando quitaron Metros se te hizo mucho más difícil hacer equipo…
“La eliminación de Metros fue un golpe muy duro, porque siempre salían jugadores de talento. Se alegraron los enemigos del béisbol capitalino, pero ya con la nueva División Político Administrativa y con Mayabeque y Artemisa era un equipo de más.
“Yo pienso que si hay problemas en nuestro béisbol la solución no puede ser tener menos equipos o jugar menos, sino todo lo contrario, porque muchísimos jugadores con talento pierden la oportunidad de superarse. Luego puede haber una Liga Elite, como ahora, pero la Serie Nacional no puede ser de seis equipos como se llegó a decir. Se necesita jugar más cada día para que se desarrollen.”
¿Cuán complejo es estar tanto tiempo lejos de la familia?
“Hice muy buenas relaciones en todos los equipos donde estuve, no tengo quejas. La distancia es compleja pero cuando uno ama lo que hace se sobrepone. Estuve mucho tiempo lejos de mi esposa y de mis padres, que para mí son los mejores de este mundo y en ese aspecto me considero privilegiado.” (Aquí, como cuando habló del aplauso en el Latino, se le corta la voz de emoción).
Con tantos mentores y entrenadores que trabajaste, ¿de quiénes aprendiste más?
“Guardo muy buen recuerdo de Iday Abréu (equipo Cuba), porque todo lo que hacía en los entrenamientos lo aplicaba en el juego de pelota. Además defendió a varios jóvenes, entre ellos yo, que en teoría iba de suplente pero Michel Enríquez se enfermó y no lo hice quedar mal. También Armando Jhonson, que me dirigió en categorías infantiles, los difuntos Juan Suárez y Orbe Luis Rodríguez, y los de Industriales por supuesto, Armando Mallorquín aquí en el Cerro, Luis Suárez, en fin, son muchas personas y cada una aportó lo suyo, desde la agresividad deportiva hasta la metodología, la mesura y la paciencia. Todos esos conocimientos son los que trato ahora de trasmitir y tengo que agradecerles a todos aunque no los haya mencionado.”
Actualmente está en conversaciones con otros equipos para volver a Italia, una Liga que se juega entre mayo y septiembre, y dedica la mayor parte de su tiempo al proyecto comunitario Toro Barcelán, que busca sobre todo potenciar a jóvenes talentos, pero a eso dedicaremos un trabajo aparte.
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