Cuba sin Rumba no es Cuba

Música y baile de raíz africana, la rumba es un patrimonio típicamente cubano, que por siglos ha expresado la identidad de la isla caribeña tanto a través de las letras de sus canciones como en los movimientos corporales de su danza. Para Rubén Revé, poeta y rumbero de pura cepa, se trata más que de un complejo músico-danzario, de un lenguaje.

La rumba es el pueblo, tiene que ver con la raíz de lo cotidiano, de lo que el hombre hace, cómo lo expresa, es una traducción del lenguaje diario, del lenguaje callejero.

-¿Por qué la rumba es inspiración para su poesía?

-El hombre en sí es la rumba, en su movimiento, en sus expresiones, en sus alegrías y en sus tristezas, sobre todo los hombres que vivían con dificultades, pues era una manera de manifestarse, una manera de expresarse a veces hasta a través del silencio, de la música, de los tambores, de los cánticos.

-¿Cómo comienza su pasión por este género?

-En mi casa se oía mucha rumba, porque era una expresión, un desahogo ante las dificultades, pues se empezaba a tocar y se empezaba a cantar allá por los años antes de la Revolución.

-La rumba fue también un instrumento de denuncia…

-Se tocaba mucha rumba en las esquinas, en los solares, y era como un idioma, una manera de expresar lo que la gente sentía. Esa es la rumba, es folclore, es sentimiento, es raíz y es cubanía. La rumba es Cuba. Cuba sin rumba no es Cuba.