Había una vez un lugar para el arte… del Liceo a la Sala White
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Recientemente reabrió sus puertas la Sala White de la ciudad de Matanzas, un sitio que se conoce como el lugar donde se estrenó oficialmente el danzón, baile nacional de Cuba, al ritmo del la primera composición musical de ese género, Las Alturas de Simpson, del matancero Miguel Faílde. La licenciada Lourdes Fernández, profesora de Historia de la Música, nos ayudó a hacer un recuento sobre los episodios que convierten a este lugar en un espacio imprescindible de la cultura cubana.
¿Cuál fue la función más antigua que se conoce de este local y de cuándo data?
“Ese local que hoy ocupa la Sala de Conciertos José White es un inmueble que ha tenido una significación cultural desde el Siglo XIX, en primer lugar fue una casa para hacer teatro, eso es lo más antiguo que se conoce sobre el inmueble, después sirvió de sede a la sociedad filarmónica de Matanzas y posteriormente a su inauguración fue la sede del Liceo Artístico y Literario de Matanzas, que se inauguró el 17 de febrero de 1860 en Callejón de San Severino No. 1 que era la casa del alcalde de la ciudad de Matanzas en ese entonces, que se llamaba Diego de la Fuente y, pasados unos años, como era la casa vivienda del alcalde, decidieron por el alcance que ya iba teniendo, trasladarlo a un lugar que fuera solamente liceo y ese fue el inmueble que se seleccionó para eso.”
¿Entonces no fue allí donde se le llamó a Matanzas La Atenas de Cuba?
“No, ese es un error frecuente, ese nombramiento ocurrió durante la inauguración en el Callejón de San Severino y años después el Liceo se traslada a este inmueble de la calle Contreras entre Ayuntamiento y Santa Teresa. Fue Liceo Artístico y Literario de Matanzas hasta el año 1869 que con motivo de la Guerra de Independencia se cerró porque allí se hacían reuniones para conspirar contra el gobierno colonial español. Se reabrió en 1879 como Club de Matanzas, con unas funciones no tan ligadas a lo artístico como en la primera etapa en que se hicieron los primeros juegos florales, que presidió la poetisa camagüeyana Gertrudis Gómez de Avellaneda, se presentaron importantísimos músicos no solo de Cuba, sino también de otros lugares del mundo como la pianista venezolana Teresa Carreño, fue siempre un lugar muy importante también para las artes plásticas, sumamente significativo para la literatura, ahí estuvieron los hermanos Milanés, que acapararon casi todos los premios de los primeros juegos florales, muchos literatos significativos, también había sección de ciencia, era una sociedad que tenía limitado el acceso a un grupo de la sociedad, era subvencionada y elitista…
Pero al Siglo XX no llega como Club de Matanzas ¿Cuándo vuelve a ser Liceo?
A los pocos años se le vuelve a poner Liceo de Matanzas y así llega hasta el triunfo de la Revolución y así fue hasta el año 1961, cuando se intervino, que fue la famosa anécdota de William Gálvez, quien fue designado para hacer la intervención y quedarse aquí en la ciudad de Matanzas y cuentan que entró en esa sociedad a la que por supuesto no podía acceder ninguna persona de color, ni siquiera porque lo tuviera muy atrás, con todos los limpiabotas que estaban en el parque, de una manera intempestiva, lo cual provocó cierto roce con los directivos de la institución. Era la muestra de que terminaba la etapa de una institución elitista y que a partir de ese momento iba a ser para todos como lo ha sido.
¿Qué función cumplió en esos años iniciales de la Revolución?
Primero fue Sala de Cultura, en el año 1969 es que empieza a tener el nombre de José White, homenaje a un insigne violinista cubano que hizo sus primero estudios musicales aquí en Matanzas y que se radicó en Paris, viajó Europa y América como un gran triunfador, fue además Director de Orquesta, profesor del Conservatorio de Paris, estuvo en Brasil y murió en Paris realmente pobre, legó a Cuba todos los bienes que hablaran de su fama, todas sus condecoraciones que eran muchas, entre ellas la Orden Isabel la Católica, que es una de las más importantes que existían en aquella época, sus partituras, todos sus diplomas, sus instrumentos musicales y a la municipalidad de Matanzas legó un busto y un oleo que se conservan desde ese año 1869 en la Sala White y que aún están conservados allí, o sea que, al valor cultural, por su historia, por toda la tradición que tiene el liceo se le suma esos bienes patrimoniales que todavía están allí.
José White, además de un insigne violinista y compositor, fue también un gran patriota. En varias ocasiones visitó Cuba y dio conciertos, nunca en este lugar, pero hizo varios conciertos para recaudar fondos para la causa independentista junto con Ignacio Cervantes un pianista también muy importante para la historia musical cubana, eso fue de conocimiento de las autoridades coloniales, y en el caso de él que era también ciudadano francés le dijeron váyase de Cuba ahora mismo porque va preso así que se fue y no pudo regresar más a Cuba. Es decir que estamos hablando de un lugar del que todo el mundo resalta la parte cultural, pero allí también hubo un sentido muy grande del patriotismo.
¿Cuándo comienza a ser la sede de la Orquesta Sinfónica de Matanzas?
Ya desde 1962 estaba radicada en ese lugar, como su sede de ensayos, la Orquesta Sinfónica de Matanzas. En Matanzas existía una llamada Orquesta de Cámara y digo llamada porque sus fundadores, Mario Argenter Sierra y Leonel Álvarez Otero la llamaron así, pero en realidad tenía todos los efectivos necesarios para ser una Orquesta Sinfónica, el Consejo Nacional de Cultura conocía de esa orquesta… estuvieron ahí asistiendo gran cantidad de artistas cubanos y extranjeros, porque esta época sesenta, setenta, ochenta, es la época en que vienen a Cuba una gran cantidad de artistas procedentes de los países del llamado campo socialista, de la escuela rusa de piano, de violín, que han dado al mundo músicos inigualables, muchos de ellos visitaron la sala de conciertos ya sea en calidad de solistas o para tocar con la orquesta sinfónica de Matanzas.
En el año 80, ese lugar que se llamaba Sala de Cultura, pasa a ser la casa de Cultura Provincial José White que formaba parte del módulo de las diez instituciones culturales básicas, un proyecto que llevó adelante el recién creado Ministerio de Cultura.
Ya en esta época ¿cuáles eran los elementos que le daban mayor protagonismo a este lugar dentro de la vida cultural de la ciudad?
Su ubicación frente a la segunda plaza de importancia de la ciudad, el Parque de la Libertad, tan céntrica, estando la orquesta allí con sus conciertos semanales, toda esa serie de artistas que por ese tiempo visitaron, el hecho de radicar allí por muchos años la sede del Movimiento de aficionados que en las primeras décadas de la Revolución realmente jugó un papel muy importante y fue muy fuerte. Todas esas razones hacían y hacen que ese lugar tenga una importancia primordial en lo que es la historia de la cultura de Matanzas y de Cuba.
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