Calor: el verano se extrema
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A los cubanos, invariablemente cada año nos parece más caluroso que los anteriores, cuando casi literalmente te “derrites” al sol. Pero resulta que esta vez no es solo una impresión subjetiva y aunque las temperaturas registradas están lejos de los récords históricos, la sensación es mucho más fuerte.
Así lo afirmó el doctor José Rubiera, director del Centro de Pronósticos del Instituto de Meteorología de Cuba. Según el reconocido especialista, los culpables son la combinación de temperatura y humedad, junto a los vientos débiles, lo que hace sentir más la inclemencia de este verano.
Pero no solo en los países tropicales los termómetros escalan hasta cifras casi inaguantables. Hasta en los más fríos, los que pasan buena parte del año bajo la nieve o la lluvia, a veces al ansiado verano se le va un poco la mano y llegan las olas de calor, un fenómeno frecuente en los últimos años. Basta recordar algunas extremas, como aquellas que azotaron Grecia en 2007, Australia en 2009, Rusia en 2010, EE.UU. en 2012 o el Reino Unido en el 2013.
Este fenómeno, casi inexistente hasta mediados del siglo XX, ha ido en aumento debido al calentamiento global, hasta alcanzar aproximadamente en el 5% de la superficie terrestre, según un estudio del especialista Dim Coumou, del Instituto de Investigación del Impacto del Clima de Potsdam (Alemania), publicado en la revista Environmental Research Letters
"Un buen ejemplo es la ola de calor en Rusia de 2010, que afectó a una amplia zona, desde el Báltico al Mar Caspio. En la región de Moscú la temperatura media durante todo el mes de julio fue 7ºC más alta que lo habitual (unos 25º). En algunas zonas se alcanzaron temperaturas superiores a los 40ºC", dice el investigador.
En esta temporada ya saltan las alarmas. Incluso desde el mes de mayo, los termómetros registraron valores cercanos al récord en lugares como Beijing, con 41,1ºC, Nueva Delhi, con 48ºC y Gambia, con 45ºC.
Europa no se queda atrás. Letonia y Noruega reportaron ese como el mes más cálido en sus registros, mientras que en Rusia, en el Báltico y en San Petersburgo, las temperaturas sobrepasaron los 33ºC.
Según el Centro de Datos Climáticos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), y la Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio (NASA), de Estados Unidos, este período ha sido el más cálido desde 1880.
Lo peor es que esta situación –dañina para la economía, los ecosistemas y el propio ser humano– seguirá en aumento y puede convertirse en crítica si no se toman medidas urgentes.
El estudio de Coumou afirma que en próximos años sufriremos estas temperaturas extremas más a menudo y que afectarán a zonas del planeta que en la actualidad gozan de un clima moderado. Las olas de calor se multiplicarán por dos para el año 2020 y por cuatro para el 2040, llegando a ser de categoría 5-sigma, más intensas que las conocidas hasta ahora, que son categoría 3.
Si no logramos disminuir antes las emisiones de CO2 que provocan el efecto invernadero, para fines de siglo podríamos estar viviendo casi en una estufa, pues en el 2100 las olas de calor 3-sigma se producirían en el 85% del planeta y las de tipo 5, en el 60%, afirma la investigación.
Y aunque para Rusia, en el epicentro del calentamiento global, este inevitable cambio climático puede traer también efectos positivos, lo cierto es que para el planeta en conjunto las noticias no son nada buenas.
Ojalá sepamos entre todos controlar esta situación. Mientras tanto, protéjase del sol, beba mucha agua y disfrute este verano.
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