Béisbol: Ajustes en el terreno
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Cuando un equipo no batea, o no lo hace oportunamente, o un lanzador pierde la zona de strike (cualquiera sea la del árbitro de turno), se impone analizar qué está haciendo mal para corregirlo, a veces incluso haciendo lo menos esperado, pero lo fundamental es primero reconocer lo que se hace mal para poder remediarlo.
Un ejemplo perfecto lo dio (perdónenme que insista, pero es la realidad) Alfonso “El librito” Urquiola, cuando movió a Giorvis Duvergel al tercer turno en la alineación, para complicarle la vida a Víctor Mesa, otro que también es muy ágil para enmendar la menor grieta lo más rápido posible.
De todos es conocida la estrategia del alto mando de Matanzas de utilizar un lanzador zurdo para trabajar a bateadores de esa misma mano, pero por lo general este tipo de serpentineros no tiene el mismo rendimiento contra derechos, y por eso lo más aconsejable para la alineación rival es no poner a sus siniestros en línea.
Para mí, y supongo que para muchos, esto es una verdad de Perogrullo, pero a Lázaro Vargas le costó hasta el sexto juego para entenderlo porque ponía a Alexander Malleta y a Yoandry Urgellés uno detrás del otro, y Ramón Moré nunca llegó a captar la idea, pues Ariel Borrero tuvo siempre delante o detrás a otro zurdo, y a veces hasta los tres de un tirón, con Yordanis Linares y Yuniet Flores a sus costados.
La argucia de traer al zurdo para trabajar a los de su mano, viejo canon del béisbol, le dio dividendos tanto a Pinar como a Matanzas en las semifinales, al controlar en momentos puntuales cualquier intentona de sus contrarios, y le sirvió también a los yumurinos en el primer desafío, pero Urquiola es un viejo zorro y no se dejó atrapar tan fácilmente.
En el segundo desafío ganó precisamente con esa movida, porque le trajeron a un derecho lateral para maniatar a Donald Duarte, pero no lo pudo hacer con Duvergel, y esa jugada cambió el partido.
Su contrario no se queda detrás, y cada vez que debe derrotar a un derecho abridor coloca una lineación plagada de siniestros, y casi siempre le da resultados.
Me he extendido demasiado en un pequeño ajuste, hay muchos otros, tanto individuales como colectivos, pero serán tema en otra ocasión.
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pmando
Dairon Eduar
rudens
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