Y la juventud cubana qué

Por esta juventud… habrá que darlo todo

Los escépticos piensan que todos lo son, los maliciosos, los incrédulos, los que no tienen fe, hablan a nombre de todos los jóvenes cubanos. Abunda en nuestros blogs la gente que habla de la falta de compromiso de los jóvenes. Confunden el espejo donde se miran con la realidad que demuestra lo contrario.

Hay quienes, unos pocos, que hablan de la Revolución como algo ajeno, desde una otredad que pasma. Confunden sus deseos con la verdad. Nuestra juventud es inconforme, cuestionadora, aspiran a una Cuba mejor, desean vivir en una sociedad a la medida de sus sueños y debemos sentirnos orgullosos de que así sea. No les educamos para corderos, los formamos para revolucionarios.

¿Hay jóvenes descomprometidos? Sí, los hay. ¿Falta la fe en algunos? Sí, falta, el enemigo desata sobre ellos una bien calculada guerra cultural, donde la ideología juega un importante papel, además, no vivimos en una sociedad perfecta, vivimos en un país que construye una sociedad mil veces superior al capitalismo y la hacemos con hombres y mujeres, de ahí la importancia de la crítica, del cuestionamiento, del debate. Solo abriéndonos al debate permanente, solo desde la transparencia, solo desde la participación de todos, lograremos construirla.

Le debo un post a los jóvenes delegados al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, celebrado en diciembre en Ecuador, la fuerza de las emociones vividas, al ser elegido por ellos como invitado, me impidió escribir al regreso inmediato de Quito, hubiera salido un texto triunfalista, poco objetivo, fue tanta la impresión recibida.

La delegación cubana integrada por más de 300 delegados e invitados, elegidos entre los mejores jóvenes de toda la Isla, fue un botón de muestra del valor de nuestros muchachos y muchachas. Allá en Quito pude compartir con personas como la doctora Irelys González López, del municipio de Colón, con dos misiones internacionalistas, con su corta edad estuvo asistiendo y salvando vidas en el Pakistán post terremoto, en durísimas condiciones, sin flaquear, estuvo en Timor Este en pleno conflicto armado, socorriendo a los heridos en combate, bajo las balas, con peligro constante para su vida.

Compartí con glorias del deporte como Yarisley Silva, subcampeona olímpica; Idalis Ortiz, campeona olímpica de Londres 2012, y Leuris Pupo, campeón olímpico de Londres 2012 en la pistola de tiro rápido, de una modestia infinita, sin una pizca de vanidad o autosuficiencia, amantes de la patria a la que dedican su gloria.

Adriana Infante Virgilí, de la Facultad de Cultura Física y Deporte, elegida como la primera delegada directa de Santiago de Cuba. La joven de 33 años, graduada en Cultura Física, es secretaria general de la organización comunista y ostenta el sello Forjadores del Futuro y la Medalla Conmemorativa por los 50 años de la UJC.

Arianna Martínez Ramírez, presidenta de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) en la Universidad de Oriente, también santiaguera. Jorge Jerez Belisario, un joven discapacitado camagüeyano con parálisis cerebral, que ha superado sus limitaciones físico-motoras y trastornos del lenguaje, para vencer con voluntad el entuerto de la naturaleza. Gracias a las posibilidades brindadas por la Revolución Cubana, estudia actualmente la carrera de Periodismo en la Universidad de Camagüey, comprometido con la causa de nuestros cinco hermanos prisioneros políticos en los Estados Unidos.

Yuskier Reyes Ríos, delegado directo de la provincia de Ciego de Ávila, que desde hace más de una década labora en el Central Ecuador, como operador de caldera primero y actualmente como jefe de brigada en el área de generación de vapor.

Yosuán Palacios, presidente del Movimiento Juvenil Martiano, orador de aires martianos. Yudel Aldana Castillo, trabajador del sector arrocero de Río Cauto; Jorge González Guillén, de la ESBU Bartolomé Masó, de Manzanillo; Yoel Pérez Cutiño, del sector campesino del municipio Santa Cruz, de la provincia de Camagüey, operador de combinadas cañeras de la Cooperativa de Producción Agropecuaria "Horacio Cobiella" y vanguardia nacional juvenil campesino por seis años.

Tres trabajadores por cuenta propia integraron la delegación de Cuba al XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes: Rogelio Cruz, habanero de 28 años; Yasel Suárez, de Camajuaní, Villa Clara, y el cienfueguero Eulises Martínez, de los tres, el mayor -33 años-, y el único elegido de manera directa.

Se lució por su madurez, patriotismo e inteligencia el joven Elián González Brotons, secuestrado cuando niño en EE.UU., y una de las miles de víctimas de la criminal Ley de Ajuste Cubano.

Los más jóvenes fueron la avileña Beatriz Vera, los santiagueros Arletis Nieto y José Ángel Fernández, la villaclareña Amanda Mazorra y Taila Guerra, de Mayabeque, todos con 16 años.

Por la mayor isla de las Antillas también asistió una delegación artística que tuvo entre sus integrantes a los cantantes Laritza Bacallao y Baby Lores, al pintor Ernesto Rancaño y a los trovadores Tony Ávila, Adrián Berazaín y Eduardo Sosa, entre otros. Ellos se robaron a golpe de arte de primera calidad el escenario del Festival.

Una delegación donde estaban representados todos los sectores de la sociedad cubana, que se caracterizó por la combatividad, la disciplina, la alegría y el compromiso, todos tenían que ver con los cubanos, todos estaban admirados de su entrega.

En trabajos posteriores reflejaré algunas anécdotas que demuestran lo dicho, pienso escribir algunas crónicas sobre el Festival y los delegados cubanos.

La noche antes del regreso, el director del Retiro Espiritual Salesiano, villa de la delegación cubana, me expresó: “Qué organizados y disciplinados son los cubanos”.

Los jóvenes participantes son una muestra de la juventud cubana de hoy de su entrega, son un mentís profundo a los escépticos, a los maliciosos, lo digo con conocimiento de causa, he recorrido y compartido con jóvenes de todas las universidades del país, centros de trabajo y organizaciones juveniles, mantengo una estrecha relación de amistad con muchos de ellos, les escucho, dialogamos, discutimos, no siempre coincidimos, pero Cuba y el Socialismo están el centro de nuestros sueños.

Tengo fe en ellos, les creo mejores que nosotros, más audaces y entregados, diferentes, como fuimos diferentes nosotros a nuestros padres, siempre habrán marginados de la sociedad, del compromiso con el futuro de la patria, siempre existirá gente individualista que solo piensa en sus intereses particulares y que los pone sobre los de los demás, pero la mayoría de nuestros hijos y nietos, lleva profundamente en sus corazones el amor a Cuba y el deber con su futuro.

"Los que no tienen fe en su propia tierra, son hombres de siete meses", dijo Martí. Y agrego: "¡Los flojos, respeten: los grandes, adelante! Esta es tarea de grandes". José Martí, 17 de abril de 1894, un año antes de su muerte.