A la primera fase de la 53 Serie Nacional de béisbol le resta apenas una subserie, es decir, tres juegos más sin contar los enfrentamientos particulares que se están celebrando ahora y a la par que se cierran los ocho cupos para la segunda etapa, urge pensar ya en la sede para el Juego de las Estrellas, reprogramado para el domingo 12 de enero del 2014.

Si hiciéramos total justicia (y al parecer se hará) el esperado partido debería tener como anfitrión la casa de una selección que se mantuvo, contra viento y marea, en la punta de la temporada luego de los dos primeros tercios; y lo más importante, sin una nómina de lujo, solo a fuerza de buena dirección, entrega de sus peloteros y excelente preparación física y táctica.

Se trata de lsla de Juventud, que hizo méritos la pasada campaña, pero perdió en el último momento con la tierra de los espirituanos. Como detalle histórico y no por ello determinante, es uno de los pocos territorios que nunca ha organizado este tipo de enfrentamientos Occidentales-Orientales.

Sé que algunos cruzan los dedos cuando se habla del territorio pinero por el inconveniente geográfico de trasladar a más de 150 personas (entre jugadores, federativos y periodistas); sin embargo, cambiar la mentalidad en el béisbol también pasa por buscarle una solución viable a una de las fiestas que, con toda seguridad, será de las más grandes, recordadas e históricas en ese municipio especial.

El conjunto de Armando Jhonson ha sido uno de los mejores como anfitrión (17 sonrisas y siete fracasos) y se despidió de su afición en el estadio Cristóbal Labra con balance total de 22 éxitos para emprender el cierre de campaña por Villa Clara, Las Tunas, Guantánamo y Sancti Spíritus.

Lidereados por los maderos de Michel Enríquez, Alejandro Ortiz, Luis Castro de Armas y Rodmy Proenza; y los brazos de los lanzadores Wilber Pérez, Héctor Manuel Mendoza y Jorge Despaigne, el elenco aspira a regalarles a sus parciales uno de los momentos más esperados en cualquier torneo beisbolero.

Conozco de sobra el ímpetu, las bondades y la realidad en cuanto a infraestructura de la segunda isla más grande de nuestro archipiélago, pero nadie como ellos merecen que salgan nuestras estrellas al terreno del estadio Cristóbal Labra.

Quizás, habrá que ser más racionales en cuanto al personal (solo el imprescindible), pero nadie dude que el 12 de enero puede ser tan o más feliz para ese pueblo que cuando en 1999 su formación acarició el bronce en una espectacular temporada.

Sobre la elección popular de los jugadores, ya salió publicada la planilla impresa y otra vez existe la opción de la votación digital (www.cubahora.cu). El método será muy similar al pasado año, a partir de un corte estadístico de los mejores peloteros por posición hasta el juego 30.

En las próximas horas sabremos la determinación final de la Federación Cubana, pero el pedazo de tierra pinera aventaja por mucho a Holguín o Pinar del Río, otras candidatas tras el sostenido salto en la tabla de posiciones y su casi virtual clasificación entre los ocho que discutirán el cetro.

No obstante, la decisión no debe demorar mucho más, en función de trabajar entre todos en la organización de un partido que otra vez debe tener el incentivo que el triunfador nos represente en un evento internacional el próximo año.

Finalmente, lanzo una idea para la tierra de Carlos Yanes, Alexander Ramos, Orlis Díaz, Pedro y Pablo Pérez, Gervasio Miguel, Juan Carlos Calvo y otras decenas de figuras conocidas. Ese 5 de enero, de ser elegidos, presenten su mascota, ese pirata escogido por ustedes para encontrar tesoros de hospitalidad, cariño y buen béisbol.

Series que comienzan: Artemisa-Mayabeque, Industriales-Guantánamo, Matanzas- Holguín, Sancti Spíritus-Cienfuegos, Villa Clara-Isla de la Juventud, Ciego de Ávila- Las Tunas, Camagüey-Santiago de Cuba, Granma-Pinar del Río.