Marco Simoncelli, un 'bad boy' no tan malo

Marco Simoncelli, un 'bad boy' no tan malo
Fecha de publicación: 
23 Octubre 2011
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A Marco Simoncelli le cayeron hostias como panes en España cada vez que se encontró en la pista con uno de los pilotos de la armada. Encontronazos físicos que echaban chispas y verbales en los que mojar, que no fueron pocos. El último, este mismo curso, en mayo, cuando chocaba con Dani Pedrosa en Le Mans, causaba la caída del vallesano y le arruinaba sus aspiraciones por el título. Fractura de clavícula, dos operaciones, cuatro grandes premios de baja y adiós al Mundial. "Este chico es un ignorante absoluto, habría que encerrarlo", le regaló Alberto Puig, el mánager de Pedrosa. Media parrilla se puso de uñas con Simoncelli. Rivales y organizadores le afearon una conducta demasiado agresiva que ponía en riesgo al resto.

 

Un ímpetu que le acompañó siempre, desde que debutó en las minimotos en su pueblo natal, Cattolica (20/I/1987), en esa Riviera de Rimini que tan buenos pilotos ha parido. Como su vecino y amigo Valentino Rossi, con quien tantas veces iba a entrenarse a un circuito de motocross. Aquel Marco, todavía sin melena leonina en homenaje a Jimi Hendrix, empezó a despuntar en el Campeonato de Europa de 125cc, que ganó con 15 años en el 2002. Un año después debutaba en el Mundial de 125cc, y al cabo de un lustro, a los 21, se proclamaba campeón mundial de 250cc, por caprichos del destino, en Sepang, la misma pista donde fallecería trágicamente tres años después.

 

Por entonces, en aquellos años compitiendo en la tierra media (del 2006 al 2009) con algunos de los que hasta ayer eran rivales en la cilindrada reina empezó a tener sus primeros escarceos, a forjarse un nombre y a esculpir una reputación de piloto valiente, arrojadizo, amante del riesgo y del cuerpo a cuerpo, pero también, en ocasiones, de rival marrullero y excesivamente impetuoso. Según quién se cruzaba con él, Marco era un "temerario", un piloto tan agresivo que rozaba la violencia. Lo podían corroborar Barberá, que había recibido una coz de Sic en Sachsenring'07, o le había hecho volar –y casi jugarse la vida– en un brutal accidente en Mugello'08 al frenarle con la rodilla en la recta a 240 km/h. O Bautista, que lo sufrió en Donington'08 con una entrada colado, o Kallio, en Estoril' 08 con un cambio de dirección ilegal. Pocas veces le sancionaron los comisarios con un severo correctivo, a modo de escarmiento, y el monstruo se fue creciendo. En Mugello'09 le cayeron 5.000 dólares de multa por tirar a Bautista, y en Montmeló'09 le castigó el público con un abucheo. Sic respondió con cortes de manga. Este año se las tuvo con Lorenzo, que le advirtió que "iban a tener un problema" si le tiraba o le ponía en riesgo. "Pues me arrestarán", replicó, burleta.

 

A pesar de tantos roces, Marco, cuando se bajaba de la moto, era un chaval de gran corazón. "Un personaje único, un buen tío, una persona especial, un tipo muy tranquilo y alegre", le describía un emocionado Toni Elias en Catalunya Ràdio. Un bad boy no tan fiero como su melena le pintaba.

Comentarios

Quiero darle nuestro apoyo a la familia y a la novia, que en estos momentos estarán con un vacío muy grande, ya que era un chico agradable y cariñoso y siempre tenía una sonrisa para su público.
Escribo desde Cuba,recibí con profundo dolor la noticia ¿qué pudiera decir que alguien no haya dicho ya?, pero si, es una perdida muy dolorosa, me siento triste en lo más profundo de mi corazón, pero ánimo, recordemos con amor su sonrisa sin igual y el valor de la locura, eso la muerte no selo pudo llevar mi cel es 52736740

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