Vladimir García sueña con 26 éxitos consecutivos

Después de su llegada de Asia, el primer lanzador del equipo Ciego de Ávila, Vladimir García, no ha descansado. Tendrá la misión de abrir por vez primera en su propia tierra el partido inaugural de una Serie Nacional de béisbol y de ganarlo significaría su triunfo consecutivo 16, si contamos lo hecho en la pasada campaña.

El otrora relevista en equipos avileños sueña con romper el récord de 25 éxitos seguidos, en poder del industrialista Lázaro Valle desde 1990, pero está consciente de que lo más importante es aportar a la causa de equipo, campeón defensor de la pelota cubana y al que nunca abandonaría.

Aunque en la pasada temporada no estaba pendiente de eso, cuando terminó la fiesta por el título nacional y analizó sus números estadísticos sacó una cuenta clara. “Logré 15 victorias y solo me quedan 10 para igualar a Valle. No lo podré lograr quizás en estos primeros 45 juegos, pero en la segunda etapa sí. Por supuesto, para eso tengo que recibir el apoyo de mi equipo como en la pasada edición”, comentó.

Sobre un posible cansancio para el primer partido frente a Industriales, tras la exigente gira asiática en la que intervino con la selección nacional hasta el pasado 20 de noviembre, el moronense comentó: “Estoy listo y completamente adaptado ya al cambio de hora. En la gira asiática no tuve un trabajo excesivo y es un orgullo abrir un partido de inicio de serie ante mi pueblo”.

Sobre el desempeño en ese periplo por Japón y Taipei de China, el diestro admitió que su estancia fue buena, aunque no tuvo muchas entradas lanzadas. “Las veces que lo hice salí bastante bien y estoy seguro que en el próximo torneo internacional estaré mejor. Espero ansioso por el Tercer Clásico Mundial para demostrar mi calidad”, acotó.

Aunque prefiere la estructura anterior de 90 juegos, le gusta también esta de 45, pues opina que los mejores equipos tienen que arrancar delante y los jugadores contraerán mayor responsabilidad en cada selección.  “Habrá más calidad y rivalidad”, aseguró uno de los pitchers más veloces de nuestro béisbol en la actualidad.

Finalmente, un factor negativo, el descontrol (traducido específicamente en bases por bolas) parece haber quedado desterrado para siempre de Vladimir.

“Cuando uno es joven comete errores en el box. Además, en el 2011 me dejaron fuera del equipo nacional y eso, en lugar de desalentarme, hizo que trabajara más en el control. He perfeccionado los lanzamientos de rompimientos, que antes no lo tiraba en zona y mantengo la velocidad. Soy un mejor pitcher”.