Un exgeneral israelí dice que Israel no puede derrotar a Irán, ni HAMAS, ni Hezbolá, y avisa que la actual guerra de desgaste llevará al régimen a la destrucción.

El general de brigada retirado israelí Yitzhak Brick dijo en un artículo en el diario local Haaretz que los israelíes deberían comprender que el ejército no puede derrotar a HAMAS, ni a Hezbolá, ni a los hutíes [Ansarolá], ni a Irán, y que la continuación de la guerra lo derrotará al propio Israel, porque pierde el mundo, pierde la economía y pierde su ejército […] hasta tal punto que puede conducir al estallido de una guerra civil.

Conforme a Brick, el público israelí comporta como “un rebaño mudo, con los pies hundidos en el pantano y los ojos incapaces de ver lo que tiene delante, disfrutando de éxitos locales que no cambian nada en el futuro cercano y lejano hacia el que se dirige”. Por tanto, advirtió que apoyar al extremista gabinete del primer ministro Benjamín Netanyahu, llevaría “a los israelíes a un callejón sin salida”.

El general retirado, un férreo crítico de la prolongada guerra israelí en la Franja de Gaza iniciada el 7 de octubre de 2023, describió a Netanyahu como el Bar Kojba moderno que está conduciendo a los israelíes al desastre, tal como lo hizo Bar Kojba, bajo cuyo liderazgo fueron asesinados cientos de miles de judíos (132-135 d.C.), y el resto se exilió.

Fustigó a Netanyahu por continuar la guerra bajo presiones de los extremistas ministros de seguridad nacional, Itamar Ben Gvir, y de Finanzas, Bezalel Smotrich, para garantizar su supervivencia política.

Estos tres fanáticos, agregó, nos llevan a una continua guerra de desgaste que destruye la economía, la resiliencia nacional, las relaciones con el mundo y la seguridad nacional, en una guerra que no logró ningún objetivo, ni la liberación de los retenidos, ni el regreso de los desplazados a sus hogares, ni el colapso de HAMAS, ni la derrota de […] Hezbolá.

El general retirado israelí matizó que lo correcto que deben hacer las autoridades israelíes es detener la guerra, liberar los retenidos, y evitar más bajas militares, devolver a los desplazados a sus hogares, reconstruir el ejército, reparar las relaciones con el mundo, reconstruir la economía, así como su fuerza nacional y social.

La alta cifra de bajas del ejército israelí y enormes daños militares sufridos en Gaza pone de manifiesto el fracaso del régimen en destruir a los grupos de Resistencia palestinos, entre ellos HAMAS, y reducir sus capacidades de combate pasados 15 meses del conflicto.

Expertos creen que, debido a la continua resistencia de los combatientes palestinos, las promesas que dio Netanyahu para ganar la guerra y destruir a la Resistencia han sido demagógicas.